24/07/2004
FACTORIA XCII
Nada que negociar
Que los más infelices sean los más privilegiados – José Artigas.
En mi país, que tristeza, la pobreza y el rencor – Alfredo Zitarrosa
LA BANDA ORIENTAL – Parte II
Los “partidos tradicionales y opuestos” perdida toda ligazón con sus orígenes históricos se fundieron en uno: el partido “rosado”, contubernio de “colorados” y “blancos”. Algo repetido en Nuestra América y en el planeta.
Los tiempos pueden ser distintos pero el proceso de neocolonización es idéntico. Uruguay venía siendo socavada en sus cimientos, operación tapada por una avalancha de mentiras de “funcionarios”, “economistas”, “formadores de opinión”, “jerarquías financieras”…
“Uruguay no es como la Argentina”, “acá tenemos honor por tradición”, “tenemos todo controlado con una mini devaluación programada” –copia de la tablita de Martínez de Hoz– “aquí no va a haber corralito, porque Uruguay siempre cumple”, decían los agentes de los servicios imperiales con las caras inmutables de los estafadores profesionales. Así como los genocidas y cultores de la muerte y la violencia sin igual, con rostros impávidos de fanáticos dementes se auto proclaman defensores de la vida, la no-violencia, la paz y la libertad. Los entregadores de las factorías hacen lo mismo.
La Banda Oriental cayó en manos de un perverso batido de transnacionales, oscuras sectas fundamentalistas (grupo Moon, grupo Opus Dei, controlando hoteles, casinos, multimedios principales) servicios imperiales, ingeniería financiera, corrupción, menemato, postmenemato y sus mafias, narcotráfico, trata de blancas, narcolavado, etc. Esta minoritaria perversión socavó la estructura social económica de la otrora denominada “Suiza de América”, mítico “paraíso” del medio pelo admirador de imperios.
Así, cuando colapsó el sistema bancario uruguayo –como en la Argentina– se produjo la totalitaria incautación de los ahorros de capas medias, mientras la banca que estafó en ambas márgenes del Plata se encargó de llevar a cabo la fuga masiva de los grandes capitales. Esto ocurrió el 30-07-2002, sin previo aviso, cuando el régimen rosado decretó feriado cambiario y la tablita desaparecía y el peso saltaba de 4 a 34 por cada dólar, y los taxis dejaban de circular porque no sabían que tarifa cobrar y tampoco cuanto subirían los repuestos y la mercadería desaparecía... mientras el cielo llovía lágrimas sobre aquella tristeza de país, como cantaba más vigente que nunca Alfredo Zitarrosa.
Hubo escenas nunca vistas ni soñadas en Montevideo, cuando indignados ahorristas robados y antiguos votantes “rosados” tomaban por asalto bancos propiedad de impunes estafadores (que antes habían estafado del otro lado del río) gracias al amparo de la Curia y del Estado que cumpliendo órdenes del FMI y del Tesoro de EU, ahora se endeudaba para salvarlos. Pero el mítico “paraíso” vomitó ignoradas y naturalizadas –cosificadas– masas de hambrientos de la periferia de Montevideo, que saquearon comercios y supermercados. Y se hizo común el “me da algo don para comer”.
Para las capas medias la comedia de equívocos fue la misma. Del lado sur del Río los robados fueron los que votaron a la “Alian$a” que “venía a terminar con la corrupción” de ‘la pizza y el champán’ –según el eslogan acuñado por una servidora de los servicios imperiales– y en realidad vino a rapiñar en forma ‘desprolija’ y apurada y a terminar de consumar la obra del menemato cerrando con el llamado “corralito” el círculo iniciado por el menemato con su ministro Erman González.
Del lado norte del Río los robados fueron aquellos que creyeron en la campaña de la mediocracia (o sea la oligarquía de los medios de confusión, en manos de dos sectas) que machacó el eslogan de sus servidores “rosados”: si la ‘izquierda’ ganaba iba a incautarse de los ahorros de los uruguayos a través de la nacionalización de la banca. Y los que expropiaron a “la gente” fueron los “rosados”: los aduladores y admiradores de la “democracia y libertad” imperiales.
Claro que la debacle industrial-agropecuaria y la destrucción del mercado interno habían ocurrido, como en Argentina, antes. Hubo récord de fábricas cerradas. También récord de ventas de tierras compradas por “argentinos”, “brasileños”, holandeses, españoles, por ignotas sociedades “pantalla”, y por un núcleo enriquecido de “uruguayos”, para sacar plata fácil con la destructiva soja transgénica. ¿Y la población? Más del 50% de la población infantil sin completar sus estudios primarios... más de 200 mil indigentes y capas medias que cayeron en la pobreza del no saber qué comer mañana. Y el 10% de la población activa tuvo que emigrar.
También las mismas prostitutas agremiadas (prostitutas profesionales de cuerpo solo, no como las propagandistas mediáticas de la sumisión y violencia, que son –además– prostituídas de conciencia y espíritu) tendrían que emigrar por dos factores: les pagaban con tickets de comida y no podían competir con el nuevo producto de la “democracia al estilo imperial” de destrucción de valores, desamparo, nihilismo y falopa. Chicas de 11 a 14 años se “regalaban” para conseguir falopa y alcohol, y otras para poder deglutir comida basura y darle a sus hermanitos.
Comenzaron los robos, y la venta y empeño de las cosas de otras generaciones, para subsistir en adaptación involutiva. Y también la violenta represión de los que protestaban ante el desempleo y el “ajuste”.
Pero ya en agosto 2002 se podía vaticinar que en un año volverían los narcodólares a hacer “negocios”: cadenas de “cyber cafés”, “bingos”, “slots machines”, “casinos”, pantallas en conexión directa para apostar en hipódromos, canódromos, boxeo de todo el Imperio, y en lo que sea, con la falopa y la nueva prostitución no agremiada conectadas.
Las mafias de Las Vegas y Atlantic City coparon el negocio del “turismo” y “anexos”. Y en medio de mil negociados y entregas de aeropuertos y enormes créditos a los mismos personajes que aquí devastaron durante el menemato, y de la inseguridad de la vida y el hambre popular, un “colorado” de los “rosados” se atrevió a decir “los piquetes son una muestra de primitivismo que desalienta las inversiones extranjeras y lesionan la seguridad jurídica”.
Esa es la “libertad y democracia” impuesta por la oligarquía anglo-sajona aliada a la UE. Lo que quedó de la Banda Oriental auténtica, es un devastado campo de refugiados y un núcleo reducido de súper ricos vacíos, corruptos, obscenos, y de una cruel frivolidad que se creen inmortales y ajenos al dolor de la humanidad y a la destrucción del planeta.
Las “dirigencias” tan solo son gerenciadoras de factoría. La sufriente población ya ha advertido la separación entre las palabras y los hechos, entre autonomías municipales y la realidad que imponen ámbitos mayores. Hay inevitable acción de formas con distintos tiempos.
Así es previsible que el Uruguay tenga su propia y cercana versión de la “Alian$a” argentina, disfrazada de “progresismo” aplaudida por el Imperio.
Si tomáramos cualquier fragmento de Nuestra América dominado por gerenciadores de factoría, la historia sería reiterada y similar. Aparecerían ocultaciones –como la guerra fratricida creada por los monopolios petroleros entre Bolivia y Paraguay– y sería un excelente ejercicio de toma de conciencia histórica.
Terminemos estas reflexiones con Alfredo Zitarrosa:
Mi pueblo no es argentino,
ni paraguayo, ni austral;
se llama “Pueblo Oriental”
por razón de su destino.
Pero recorre el camino
de sus hermanos amados,
el de tantos humillados,
el de América morena,
la sangre de cuyas venas
también late en su costado.
[...]
Y ahora reciban, señores,
un saludo fraternal;
dice mi Pueblo Oriental:
ya vendrán tiempos mejores.
MA – Julio 2004
Nada que negociar
Que los más infelices sean los más privilegiados – José Artigas.
En mi país, que tristeza, la pobreza y el rencor – Alfredo Zitarrosa
LA BANDA ORIENTAL – Parte II
Los “partidos tradicionales y opuestos” perdida toda ligazón con sus orígenes históricos se fundieron en uno: el partido “rosado”, contubernio de “colorados” y “blancos”. Algo repetido en Nuestra América y en el planeta.
Los tiempos pueden ser distintos pero el proceso de neocolonización es idéntico. Uruguay venía siendo socavada en sus cimientos, operación tapada por una avalancha de mentiras de “funcionarios”, “economistas”, “formadores de opinión”, “jerarquías financieras”…
“Uruguay no es como la Argentina”, “acá tenemos honor por tradición”, “tenemos todo controlado con una mini devaluación programada” –copia de la tablita de Martínez de Hoz– “aquí no va a haber corralito, porque Uruguay siempre cumple”, decían los agentes de los servicios imperiales con las caras inmutables de los estafadores profesionales. Así como los genocidas y cultores de la muerte y la violencia sin igual, con rostros impávidos de fanáticos dementes se auto proclaman defensores de la vida, la no-violencia, la paz y la libertad. Los entregadores de las factorías hacen lo mismo.
La Banda Oriental cayó en manos de un perverso batido de transnacionales, oscuras sectas fundamentalistas (grupo Moon, grupo Opus Dei, controlando hoteles, casinos, multimedios principales) servicios imperiales, ingeniería financiera, corrupción, menemato, postmenemato y sus mafias, narcotráfico, trata de blancas, narcolavado, etc. Esta minoritaria perversión socavó la estructura social económica de la otrora denominada “Suiza de América”, mítico “paraíso” del medio pelo admirador de imperios.
Así, cuando colapsó el sistema bancario uruguayo –como en la Argentina– se produjo la totalitaria incautación de los ahorros de capas medias, mientras la banca que estafó en ambas márgenes del Plata se encargó de llevar a cabo la fuga masiva de los grandes capitales. Esto ocurrió el 30-07-2002, sin previo aviso, cuando el régimen rosado decretó feriado cambiario y la tablita desaparecía y el peso saltaba de 4 a 34 por cada dólar, y los taxis dejaban de circular porque no sabían que tarifa cobrar y tampoco cuanto subirían los repuestos y la mercadería desaparecía... mientras el cielo llovía lágrimas sobre aquella tristeza de país, como cantaba más vigente que nunca Alfredo Zitarrosa.
Hubo escenas nunca vistas ni soñadas en Montevideo, cuando indignados ahorristas robados y antiguos votantes “rosados” tomaban por asalto bancos propiedad de impunes estafadores (que antes habían estafado del otro lado del río) gracias al amparo de la Curia y del Estado que cumpliendo órdenes del FMI y del Tesoro de EU, ahora se endeudaba para salvarlos. Pero el mítico “paraíso” vomitó ignoradas y naturalizadas –cosificadas– masas de hambrientos de la periferia de Montevideo, que saquearon comercios y supermercados. Y se hizo común el “me da algo don para comer”.
Para las capas medias la comedia de equívocos fue la misma. Del lado sur del Río los robados fueron los que votaron a la “Alian$a” que “venía a terminar con la corrupción” de ‘la pizza y el champán’ –según el eslogan acuñado por una servidora de los servicios imperiales– y en realidad vino a rapiñar en forma ‘desprolija’ y apurada y a terminar de consumar la obra del menemato cerrando con el llamado “corralito” el círculo iniciado por el menemato con su ministro Erman González.
Del lado norte del Río los robados fueron aquellos que creyeron en la campaña de la mediocracia (o sea la oligarquía de los medios de confusión, en manos de dos sectas) que machacó el eslogan de sus servidores “rosados”: si la ‘izquierda’ ganaba iba a incautarse de los ahorros de los uruguayos a través de la nacionalización de la banca. Y los que expropiaron a “la gente” fueron los “rosados”: los aduladores y admiradores de la “democracia y libertad” imperiales.
Claro que la debacle industrial-agropecuaria y la destrucción del mercado interno habían ocurrido, como en Argentina, antes. Hubo récord de fábricas cerradas. También récord de ventas de tierras compradas por “argentinos”, “brasileños”, holandeses, españoles, por ignotas sociedades “pantalla”, y por un núcleo enriquecido de “uruguayos”, para sacar plata fácil con la destructiva soja transgénica. ¿Y la población? Más del 50% de la población infantil sin completar sus estudios primarios... más de 200 mil indigentes y capas medias que cayeron en la pobreza del no saber qué comer mañana. Y el 10% de la población activa tuvo que emigrar.
También las mismas prostitutas agremiadas (prostitutas profesionales de cuerpo solo, no como las propagandistas mediáticas de la sumisión y violencia, que son –además– prostituídas de conciencia y espíritu) tendrían que emigrar por dos factores: les pagaban con tickets de comida y no podían competir con el nuevo producto de la “democracia al estilo imperial” de destrucción de valores, desamparo, nihilismo y falopa. Chicas de 11 a 14 años se “regalaban” para conseguir falopa y alcohol, y otras para poder deglutir comida basura y darle a sus hermanitos.
Comenzaron los robos, y la venta y empeño de las cosas de otras generaciones, para subsistir en adaptación involutiva. Y también la violenta represión de los que protestaban ante el desempleo y el “ajuste”.
Pero ya en agosto 2002 se podía vaticinar que en un año volverían los narcodólares a hacer “negocios”: cadenas de “cyber cafés”, “bingos”, “slots machines”, “casinos”, pantallas en conexión directa para apostar en hipódromos, canódromos, boxeo de todo el Imperio, y en lo que sea, con la falopa y la nueva prostitución no agremiada conectadas.
Las mafias de Las Vegas y Atlantic City coparon el negocio del “turismo” y “anexos”. Y en medio de mil negociados y entregas de aeropuertos y enormes créditos a los mismos personajes que aquí devastaron durante el menemato, y de la inseguridad de la vida y el hambre popular, un “colorado” de los “rosados” se atrevió a decir “los piquetes son una muestra de primitivismo que desalienta las inversiones extranjeras y lesionan la seguridad jurídica”.
Esa es la “libertad y democracia” impuesta por la oligarquía anglo-sajona aliada a la UE. Lo que quedó de la Banda Oriental auténtica, es un devastado campo de refugiados y un núcleo reducido de súper ricos vacíos, corruptos, obscenos, y de una cruel frivolidad que se creen inmortales y ajenos al dolor de la humanidad y a la destrucción del planeta.
Las “dirigencias” tan solo son gerenciadoras de factoría. La sufriente población ya ha advertido la separación entre las palabras y los hechos, entre autonomías municipales y la realidad que imponen ámbitos mayores. Hay inevitable acción de formas con distintos tiempos.
Así es previsible que el Uruguay tenga su propia y cercana versión de la “Alian$a” argentina, disfrazada de “progresismo” aplaudida por el Imperio.
Si tomáramos cualquier fragmento de Nuestra América dominado por gerenciadores de factoría, la historia sería reiterada y similar. Aparecerían ocultaciones –como la guerra fratricida creada por los monopolios petroleros entre Bolivia y Paraguay– y sería un excelente ejercicio de toma de conciencia histórica.
Terminemos estas reflexiones con Alfredo Zitarrosa:
Mi pueblo no es argentino,
ni paraguayo, ni austral;
se llama “Pueblo Oriental”
por razón de su destino.
Pero recorre el camino
de sus hermanos amados,
el de tantos humillados,
el de América morena,
la sangre de cuyas venas
también late en su costado.
[...]
Y ahora reciban, señores,
un saludo fraternal;
dice mi Pueblo Oriental:
ya vendrán tiempos mejores.
MA – Julio 2004
FACTORIA XCII
Nada que negociar
Que los más infelices sean los más privilegiados – José Artigas.
En mi país, que tristeza, la pobreza y el rencor – Alfredo Zitarrosa
LA BANDA ORIENTAL – Parte II
Los “partidos tradicionales y opuestos” perdida toda ligazón con sus orígenes históricos se fundieron en uno: el partido “rosado”, contubernio de “colorados” y “blancos”. Algo repetido en Nuestra América y en el planeta.
Los tiempos pueden ser distintos pero el proceso de neocolonización es idéntico. Uruguay venía siendo socavada en sus cimientos, operación tapada por una avalancha de mentiras de “funcionarios”, “economistas”, “formadores de opinión”, “jerarquías financieras”…
“Uruguay no es como la Argentina”, “acá tenemos honor por tradición”, “tenemos todo controlado con una mini devaluación programada” –copia de la tablita de Martínez de Hoz– “aquí no va a haber corralito, porque Uruguay siempre cumple”, decían los agentes de los servicios imperiales con las caras inmutables de los estafadores profesionales. Así como los genocidas y cultores de la muerte y la violencia sin igual, con rostros impávidos de fanáticos dementes se auto proclaman defensores de la vida, la no-violencia, la paz y la libertad. Los entregadores de las factorías hacen lo mismo.
La Banda Oriental cayó en manos de un perverso batido de transnacionales, oscuras sectas fundamentalistas (grupo Moon, grupo Opus Dei, controlando hoteles, casinos, multimedios principales) servicios imperiales, ingeniería financiera, corrupción, menemato, postmenemato y sus mafias, narcotráfico, trata de blancas, narcolavado, etc. Esta minoritaria perversión socavó la estructura social económica de la otrora denominada “Suiza de América”, mítico “paraíso” del medio pelo admirador de imperios.
Así, cuando colapsó el sistema bancario uruguayo –como en la Argentina– se produjo la totalitaria incautación de los ahorros de capas medias, mientras la banca que estafó en ambas márgenes del Plata se encargó de llevar a cabo la fuga masiva de los grandes capitales. Esto ocurrió el 30-07-2002, sin previo aviso, cuando el régimen rosado decretó feriado cambiario y la tablita desaparecía y el peso saltaba de 4 a 34 por cada dólar, y los taxis dejaban de circular porque no sabían que tarifa cobrar y tampoco cuanto subirían los repuestos y la mercadería desaparecía... mientras el cielo llovía lágrimas sobre aquella tristeza de país, como cantaba más vigente que nunca Alfredo Zitarrosa.
Hubo escenas nunca vistas ni soñadas en Montevideo, cuando indignados ahorristas robados y antiguos votantes “rosados” tomaban por asalto bancos propiedad de impunes estafadores (que antes habían estafado del otro lado del río) gracias al amparo de la Curia y del Estado que cumpliendo órdenes del FMI y del Tesoro de EU, ahora se endeudaba para salvarlos. Pero el mítico “paraíso” vomitó ignoradas y naturalizadas –cosificadas– masas de hambrientos de la periferia de Montevideo, que saquearon comercios y supermercados. Y se hizo común el “me da algo don para comer”.
Para las capas medias la comedia de equívocos fue la misma. Del lado sur del Río los robados fueron los que votaron a la “Alian$a” que “venía a terminar con la corrupción” de ‘la pizza y el champán’ –según el eslogan acuñado por una servidora de los servicios imperiales– y en realidad vino a rapiñar en forma ‘desprolija’ y apurada y a terminar de consumar la obra del menemato cerrando con el llamado “corralito” el círculo iniciado por el menemato con su ministro Erman González.
Del lado norte del Río los robados fueron aquellos que creyeron en la campaña de la mediocracia (o sea la oligarquía de los medios de confusión, en manos de dos sectas) que machacó el eslogan de sus servidores “rosados”: si la ‘izquierda’ ganaba iba a incautarse de los ahorros de los uruguayos a través de la nacionalización de la banca. Y los que expropiaron a “la gente” fueron los “rosados”: los aduladores y admiradores de la “democracia y libertad” imperiales.
Claro que la debacle industrial-agropecuaria y la destrucción del mercado interno habían ocurrido, como en Argentina, antes. Hubo récord de fábricas cerradas. También récord de ventas de tierras compradas por “argentinos”, “brasileños”, holandeses, españoles, por ignotas sociedades “pantalla”, y por un núcleo enriquecido de “uruguayos”, para sacar plata fácil con la destructiva soja transgénica. ¿Y la población? Más del 50% de la población infantil sin completar sus estudios primarios... más de 200 mil indigentes y capas medias que cayeron en la pobreza del no saber qué comer mañana. Y el 10% de la población activa tuvo que emigrar.
También las mismas prostitutas agremiadas (prostitutas profesionales de cuerpo solo, no como las propagandistas mediáticas de la sumisión y violencia, que son –además– prostituídas de conciencia y espíritu) tendrían que emigrar por dos factores: les pagaban con tickets de comida y no podían competir con el nuevo producto de la “democracia al estilo imperial” de destrucción de valores, desamparo, nihilismo y falopa. Chicas de 11 a 14 años se “regalaban” para conseguir falopa y alcohol, y otras para poder deglutir comida basura y darle a sus hermanitos.
Comenzaron los robos, y la venta y empeño de las cosas de otras generaciones, para subsistir en adaptación involutiva. Y también la violenta represión de los que protestaban ante el desempleo y el “ajuste”.
Pero ya en agosto 2002 se podía vaticinar que en un año volverían los narcodólares a hacer “negocios”: cadenas de “cyber cafés”, “bingos”, “slots machines”, “casinos”, pantallas en conexión directa para apostar en hipódromos, canódromos, boxeo de todo el Imperio, y en lo que sea, con la falopa y la nueva prostitución no agremiada conectadas.
Las mafias de Las Vegas y Atlantic City coparon el negocio del “turismo” y “anexos”. Y en medio de mil negociados y entregas de aeropuertos y enormes créditos a los mismos personajes que aquí devastaron durante el menemato, y de la inseguridad de la vida y el hambre popular, un “colorado” de los “rosados” se atrevió a decir “los piquetes son una muestra de primitivismo que desalienta las inversiones extranjeras y lesionan la seguridad jurídica”.
Esa es la “libertad y democracia” impuesta por la oligarquía anglo-sajona aliada a la UE. Lo que quedó de la Banda Oriental auténtica, es un devastado campo de refugiados y un núcleo reducido de súper ricos vacíos, corruptos, obscenos, y de una cruel frivolidad que se creen inmortales y ajenos al dolor de la humanidad y a la destrucción del planeta.
Las “dirigencias” tan solo son gerenciadoras de factoría. La sufriente población ya ha advertido la separación entre las palabras y los hechos, entre autonomías municipales y la realidad que imponen ámbitos mayores. Hay inevitable acción de formas con distintos tiempos.
Así es previsible que el Uruguay tenga su propia y cercana versión de la “Alian$a” argentina, disfrazada de “progresismo” aplaudida por el Imperio.
Si tomáramos cualquier fragmento de Nuestra América dominado por gerenciadores de factoría, la historia sería reiterada y similar. Aparecerían ocultaciones –como la guerra fratricida creada por los monopolios petroleros entre Bolivia y Paraguay– y sería un excelente ejercicio de toma de conciencia histórica.
Terminemos estas reflexiones con Alfredo Zitarrosa:
Mi pueblo no es argentino,
ni paraguayo, ni austral;
se llama “Pueblo Oriental”
por razón de su destino.
Pero recorre el camino
de sus hermanos amados,
el de tantos humillados,
el de América morena,
la sangre de cuyas venas
también late en su costado.
[...]
Y ahora reciban, señores,
un saludo fraternal;
dice mi Pueblo Oriental:
ya vendrán tiempos mejores.
MA – Julio 2004
Nada que negociar
Que los más infelices sean los más privilegiados – José Artigas.
En mi país, que tristeza, la pobreza y el rencor – Alfredo Zitarrosa
LA BANDA ORIENTAL – Parte II
Los “partidos tradicionales y opuestos” perdida toda ligazón con sus orígenes históricos se fundieron en uno: el partido “rosado”, contubernio de “colorados” y “blancos”. Algo repetido en Nuestra América y en el planeta.
Los tiempos pueden ser distintos pero el proceso de neocolonización es idéntico. Uruguay venía siendo socavada en sus cimientos, operación tapada por una avalancha de mentiras de “funcionarios”, “economistas”, “formadores de opinión”, “jerarquías financieras”…
“Uruguay no es como la Argentina”, “acá tenemos honor por tradición”, “tenemos todo controlado con una mini devaluación programada” –copia de la tablita de Martínez de Hoz– “aquí no va a haber corralito, porque Uruguay siempre cumple”, decían los agentes de los servicios imperiales con las caras inmutables de los estafadores profesionales. Así como los genocidas y cultores de la muerte y la violencia sin igual, con rostros impávidos de fanáticos dementes se auto proclaman defensores de la vida, la no-violencia, la paz y la libertad. Los entregadores de las factorías hacen lo mismo.
La Banda Oriental cayó en manos de un perverso batido de transnacionales, oscuras sectas fundamentalistas (grupo Moon, grupo Opus Dei, controlando hoteles, casinos, multimedios principales) servicios imperiales, ingeniería financiera, corrupción, menemato, postmenemato y sus mafias, narcotráfico, trata de blancas, narcolavado, etc. Esta minoritaria perversión socavó la estructura social económica de la otrora denominada “Suiza de América”, mítico “paraíso” del medio pelo admirador de imperios.
Así, cuando colapsó el sistema bancario uruguayo –como en la Argentina– se produjo la totalitaria incautación de los ahorros de capas medias, mientras la banca que estafó en ambas márgenes del Plata se encargó de llevar a cabo la fuga masiva de los grandes capitales. Esto ocurrió el 30-07-2002, sin previo aviso, cuando el régimen rosado decretó feriado cambiario y la tablita desaparecía y el peso saltaba de 4 a 34 por cada dólar, y los taxis dejaban de circular porque no sabían que tarifa cobrar y tampoco cuanto subirían los repuestos y la mercadería desaparecía... mientras el cielo llovía lágrimas sobre aquella tristeza de país, como cantaba más vigente que nunca Alfredo Zitarrosa.
Hubo escenas nunca vistas ni soñadas en Montevideo, cuando indignados ahorristas robados y antiguos votantes “rosados” tomaban por asalto bancos propiedad de impunes estafadores (que antes habían estafado del otro lado del río) gracias al amparo de la Curia y del Estado que cumpliendo órdenes del FMI y del Tesoro de EU, ahora se endeudaba para salvarlos. Pero el mítico “paraíso” vomitó ignoradas y naturalizadas –cosificadas– masas de hambrientos de la periferia de Montevideo, que saquearon comercios y supermercados. Y se hizo común el “me da algo don para comer”.
Para las capas medias la comedia de equívocos fue la misma. Del lado sur del Río los robados fueron los que votaron a la “Alian$a” que “venía a terminar con la corrupción” de ‘la pizza y el champán’ –según el eslogan acuñado por una servidora de los servicios imperiales– y en realidad vino a rapiñar en forma ‘desprolija’ y apurada y a terminar de consumar la obra del menemato cerrando con el llamado “corralito” el círculo iniciado por el menemato con su ministro Erman González.
Del lado norte del Río los robados fueron aquellos que creyeron en la campaña de la mediocracia (o sea la oligarquía de los medios de confusión, en manos de dos sectas) que machacó el eslogan de sus servidores “rosados”: si la ‘izquierda’ ganaba iba a incautarse de los ahorros de los uruguayos a través de la nacionalización de la banca. Y los que expropiaron a “la gente” fueron los “rosados”: los aduladores y admiradores de la “democracia y libertad” imperiales.
Claro que la debacle industrial-agropecuaria y la destrucción del mercado interno habían ocurrido, como en Argentina, antes. Hubo récord de fábricas cerradas. También récord de ventas de tierras compradas por “argentinos”, “brasileños”, holandeses, españoles, por ignotas sociedades “pantalla”, y por un núcleo enriquecido de “uruguayos”, para sacar plata fácil con la destructiva soja transgénica. ¿Y la población? Más del 50% de la población infantil sin completar sus estudios primarios... más de 200 mil indigentes y capas medias que cayeron en la pobreza del no saber qué comer mañana. Y el 10% de la población activa tuvo que emigrar.
También las mismas prostitutas agremiadas (prostitutas profesionales de cuerpo solo, no como las propagandistas mediáticas de la sumisión y violencia, que son –además– prostituídas de conciencia y espíritu) tendrían que emigrar por dos factores: les pagaban con tickets de comida y no podían competir con el nuevo producto de la “democracia al estilo imperial” de destrucción de valores, desamparo, nihilismo y falopa. Chicas de 11 a 14 años se “regalaban” para conseguir falopa y alcohol, y otras para poder deglutir comida basura y darle a sus hermanitos.
Comenzaron los robos, y la venta y empeño de las cosas de otras generaciones, para subsistir en adaptación involutiva. Y también la violenta represión de los que protestaban ante el desempleo y el “ajuste”.
Pero ya en agosto 2002 se podía vaticinar que en un año volverían los narcodólares a hacer “negocios”: cadenas de “cyber cafés”, “bingos”, “slots machines”, “casinos”, pantallas en conexión directa para apostar en hipódromos, canódromos, boxeo de todo el Imperio, y en lo que sea, con la falopa y la nueva prostitución no agremiada conectadas.
Las mafias de Las Vegas y Atlantic City coparon el negocio del “turismo” y “anexos”. Y en medio de mil negociados y entregas de aeropuertos y enormes créditos a los mismos personajes que aquí devastaron durante el menemato, y de la inseguridad de la vida y el hambre popular, un “colorado” de los “rosados” se atrevió a decir “los piquetes son una muestra de primitivismo que desalienta las inversiones extranjeras y lesionan la seguridad jurídica”.
Esa es la “libertad y democracia” impuesta por la oligarquía anglo-sajona aliada a la UE. Lo que quedó de la Banda Oriental auténtica, es un devastado campo de refugiados y un núcleo reducido de súper ricos vacíos, corruptos, obscenos, y de una cruel frivolidad que se creen inmortales y ajenos al dolor de la humanidad y a la destrucción del planeta.
Las “dirigencias” tan solo son gerenciadoras de factoría. La sufriente población ya ha advertido la separación entre las palabras y los hechos, entre autonomías municipales y la realidad que imponen ámbitos mayores. Hay inevitable acción de formas con distintos tiempos.
Así es previsible que el Uruguay tenga su propia y cercana versión de la “Alian$a” argentina, disfrazada de “progresismo” aplaudida por el Imperio.
Si tomáramos cualquier fragmento de Nuestra América dominado por gerenciadores de factoría, la historia sería reiterada y similar. Aparecerían ocultaciones –como la guerra fratricida creada por los monopolios petroleros entre Bolivia y Paraguay– y sería un excelente ejercicio de toma de conciencia histórica.
Terminemos estas reflexiones con Alfredo Zitarrosa:
Mi pueblo no es argentino,
ni paraguayo, ni austral;
se llama “Pueblo Oriental”
por razón de su destino.
Pero recorre el camino
de sus hermanos amados,
el de tantos humillados,
el de América morena,
la sangre de cuyas venas
también late en su costado.
[...]
Y ahora reciban, señores,
un saludo fraternal;
dice mi Pueblo Oriental:
ya vendrán tiempos mejores.
MA – Julio 2004
22/07/2004
FACTORIA XCI
Nada que negociar
Las factorías de la América irredenta han quedado como campos de refugiados, y su liberación está en nuestras manos, las de todos.
LA BANDA ORIENTAL - Parte I
Si tomamos la historia de uno solo de los fragmentos en que ha sido astillada Nuestra América Latina, tendremos la historia de cada uno de los otros fragmentos. Calidoscopio de imágenes que conforman un solo paisaje americano, el paisaje explotado y sometido donde el ser humano es avasallado e ignorado por oligarquías subsidiarias de la oligocracia del Norte.
Orígenes
En el Virreinato del Río de la Plata se produce la subversión de Mayo 1810 y la oligarquía montevideana se pronuncia por el coloniaje.
Artigas se incorpora al movimiento subversivo y con una fuerza de 150 hombres subleva la Mesopotamia y la Banda Oriental. El pueblo oriental en armas y en varias asambleas decide que Artigas sea su caudillo. Y comienza la lucha de la gente de la campaña contra los patricios godos de Montevideo y los patricios unitarios de Buenos Aires. Los subversivos toman Montevideo en 1815. Artigas ya lidera la Liga Federal (Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba) y se lo nombra el Protector de los Pueblos Libres.
Los acontecimientos deben comprenderse como partes de un todo.
Es la ley de estructura. La derrota de los colonialistas españoles en Las Piedras y el sitio al Montevideo godo no pueden separarse de la reacción saavedrista de diciembre 1810, el asesinato de Mariano Moreno en 1811, la derrota de Napoleón en Waterloo y la Europa absolutista nacida del Congreso de Viena; la estrategia colonialista inglesa tendiente a disgregar el ex Virreynato y la consecuente invasión portuguesa de la Banda Oriental en 1816 cuyo pretexto fue la influencia anárquica del artiguismo que producía inseguridad jurídica y violencia. Invaden tropas veteranas de las guerras napoleónicas. Los orientales tuvieron que combatir en dos frentes: contra los invasores y contra la oligarquía portuaria de Buenos Aires, donde Manuel García –anglófilo– había gestionado en Río la invasión portuguesa.
En enero de 1817 los portugueses toman Montevideo. Y en Buenos Aires son deportados French, Agrelo y todos los opositores. En noviembre 1817 Artigas declara la guerra al régimen unitario. En 1820 los patriotas pierden el control de la Banda Oriental mientras triunfan con las armas en Cepeda, pero con el Pacto de Pilar traicionan a Gervasio Artigas, que termina su ciclo en los esteros paraguayos. También son traicionados el Libertador San Martín y el Libertador Bolívar.
Debe destacarse que los portugueses en 1817 fueron recibidos por la oligarquía montevideana con Te Deum en la Matriz y por el Cabildo. Este hecho; el apoyo de la oligarquía al extranjero para enfrentarse a las masas populares, será una constante en la historia de Nuestra América, negociados incluidos -(como el acuerdo secreto del Cabildo montevideano, llamado “Tratado de la Farola”, que entrega grandes porciones del territorio oriental en el norte, a cambio de un empréstito para instalar una farola en la Isla de Flores)- Es que nuestro problema es la falsedad de los Estados-Factorías manejados por oligarquías ligadas al imperio de turno, cuando no agentes directos del mismo, que están asfixiando la Nación.
Una Nación se define por el proyecto común sustentado en el reconocimiento mutuo que establecen entre sí los seres que aspiran a un futuro común. Y esa Nación quedó trunca cuando fueron derrotados San Martín y Bolívar. De allí la existencia de tanto cipayaje gerenciando factorías y que tiene como aspiración máxima ser anexionada al Imperio.
La “nacionalidad” no deviene entonces del mero hecho de “nacer” dentro de los límites de un “Estado” dado. Nuestra América es Nuestra Nación irredenta. Y somos uno con cada ser de esta América fragmentada. El falso nacionalismo y el patrioterismo que pretende que se vea en un boliviano o un paraguayo o un peruano –y así siguiendo– un “enemigo” es una técnica de dominación de esa oligarquía entreguista que ha desvirtuado la historia, los próceres y hasta nuestra bandera azul y blanca, que pasó a ser “celeste” y blanca. Y más allá, pero partiendo de este paisaje, se configura la Nación Humana Universal, que es lo opuesto a la llamada “globalización”.
En 1822 Brasil se independiza de Portugal y surge su Imperio con Pedro I. Dos lugartenientes de Artigas, Lavalleja y Oribe organizan una expedición libertadora. El 19-4-1825 desembarcan 33 hombres en las playas de la Agraciada. Fructuoso Rivera, jefe que ha servido a los invasores, se pliega a la rebelión.
Para la historia oficial el 25 de agosto de 1825 es la fecha de la “Independencia” de la Banda Oriental. Pero en las resoluciones de la Asamblea de la Florida se declara nulos todos los actos arrancados a los pueblos de la Provincia Oriental por la violencia de la fuerza invasora, se vota la reincorporación de esa Provincia a las Provincias Unidas del Río de la Plata en el territorio de Sudamérica y crea el pabellón nacional con los colores de las banderas de Artigas: celeste, blanco y punzó.
Pero se cumplía la visión de Bolívar: “... los EU parecen destinados a plagar la América de miserias a nombre de la libertad”. Para 1826 el presidente de la River Plate Mining Association para explotar las minas de Famatina en tierras riojanas, un personaje de nombre Rivadavia, es “elegido” presidente de “la república” y comenzaba la eterna deuda externa.
Ya dominan en secreto Monroe y Canning. Era imprescindible la balcanización, la separación de la Banda Oriental para impedir que el Río de la Plata sea un río interior para unas Provincias Unidas que tendrían gravitación decisiva en el Atlántico Sur. Y Montevideo es el puerto natural de Bolivia, Paraguay, Argentina. El del gran cabotaje. Hubiera sido la gran ciudad del Plata y Buenos Aires solo una ciudad secundaria. El cipayaje bonaerense reverenciará a sus balcanizadores colocando sus nombres en calles y avenidas de su ciudad “capital”.
El Banco Nacional copado por comerciantes ingleses, asfixia al gobierno de Dorrego en esta Banda. Toda política de envergadura debe fundarse en la historia y por el contrario la destrucción de las raíces históricas de los pueblos –lo hemos visto en Yugoslavia y en Irak recientemente, profanación de tumbas incluidas– es condición necesaria para el vasallaje.
MA – julio 2004
08/07/2004
FACTORIA XC
Nada que negociar
Asi como es arriba, así es abajo.
HISTORIA DE UN CONSORCIO
Por 1943 en el cercano empedrado que seguía al asfalto de la avenida Callao, que delimitaba y separaba la ciudad oligárquica –el puerto de la factoría– del resto sumergido, se construyeron edificios altos para alquilar que sobresalían (con sus 5 pisos) de las barriadas de los inquilinatos bajos y clásicos. Eran inquilinatos de “lujo”.
Había uno de 34 departamentos: 24 de 40 metros cuadrados y dos ambientes, y 10 de 1 ambiente con 20 metros cuadrados. Tenían calefacción y agua caliente central –en determinados horarios, que pronto el dueño iría reduciendo– fuera de los cuales campeaban tiritares y sabañones. Allí fueron mudándose familias que ascendían y otras que descendían de pasados mejores. Por esos años de radioteatro, con la reactivación del mercado interno, esas familias hasta se animaron a pedir teléfono. Un lujo desconocido para los más. Cuando sólo tenían “heladeras” que conservaban el bloque de hielo que carritos tirados a caballo, vendían diariamente a domicilio. Al igual que la leche (que era traída también por carros a caballo venidos de la zona de los tambos ubicada en lo que ahora es la avenida Coronel Díaz y alrededores de ese “Palermo” de lujo) y los carritos de las verduras y las frutas, entre otros.
Por 1948 el pujante monopolio de Teléfonos del Estado colocaba la línea y el teléfono negro a masas impensadas. Y cuando al poco tiempo Perón con la Ley de Propiedad Horizontal posibilitó que esas familias fueran propietarias, no consiguió adherentes sino que reforzó el furioso antiperonismo de las que ahora se proclamaban clase media. En esa época peronista de gran movilidad social, también comenzó la construcción de casas de departamentos para la venta, que cambiaron el paisaje de las barriadas de inquilinatos. Compraban quienes accedían a un crédito, esto es, los nuevos ascendidos sociales del peronismo: militares, funcionarios, etc. Era la nueva y masiva clase media.
Cayó el peronismo, se anuló la Constitución por decreto militar, vino el FMI, y los edificios que eran nuevos se hicieron viejos. Desaparecieron los radiadores con su pálido calor y se colocaron estufas y calefones. Cuando llegó “la democracia” alfonsinista, el consorcio cayó en las garras de una administradora radical, metida por un propietario de comité. La administradora pronto hizo una trenza con algunos tilingos de medio pelo que buscaban “el acomodo”, no realizó ningún mantenimiento, hizo lo que quiso y hasta llegó a colocar a tres “encargados” mandados por el puntero radical. La fiesta siguió durante el menemato: no hubo asambleas, no hubo controles y a nadie le importó. Los 34 departamentos estaban conectados al video cable VCC de Libermann y todos estaban hipnotizados en el “eterno presente” que la propaganda imponía.
Sin embargo llegaron las jornadas de diciembre 2001. Y el consorcio despertó de su larga siesta, se movilizó y con una inimaginable asistencia del 100% echó a la administradora corrupta, removió al puntero radical y sus acomodados y descubrió de pronto, que había sido estafado.
Pero duró poco la independencia y la responsabilidad por hacer las cosas en conjunto. Uno a uno los consorcistas fueron cayendo en la pasividad y rehusaron ser parte en el juicio penal que uno solo inició. Fue así que “el que se vayan todos” no se cumplió y la administradora corrupta, salvada por oportuna coima que su abogado dejó caer sobre un oficial inspector de Defraudaciones y Estafas de la Federal, siguió con otras administraciones estafando igual que antes.
Los propietarios originales fueron desapareciendo y en su lugar aparecieron otros que compraron para alquilar, o del remate en “la mafia de la Liga” (de rematadores) mafiosos consiguieron departamentos donde se ejercía la prostitución VIP para clientela in y out de “empresarios” (así denominado cualquier chanta vividor, a partir del menemato) y suboficiales de la federal y hasta de la bonaerense, atento la anulación de jurisdicciones por el “accionar conjunto” de las “fuerzas de seguridad”.
Se volvió a delegar en otro personaje la “economía del consorcio” y el derrumbe de la economía general del consorcio y de sus integrantes fue concomitante a la aparición de una mayor pasividad y aislamiento que conformó toda una adaptación involutiva, una mayor hipocresía y un enorme resentimiento hacia “la amenaza” de “los piqueteros”. De 34 usuarios de TV cable VCC, se pasó a 34 usuarios de Multicanal y luego a los cortes de señal y su siguiente proceso de “colgaduras” de cable. De los 34 usuarios de Multicanal quedaron solo 2. Otros se volcaron a Telecentro, el cable de Pierri, porque es más barato.
Muchos anularon sus estufas, para ahorrar con sus cuerpos –mantenidos con comida basura– la posibilidad del escape anual hacia las costas.
Los teléfonos fueron desapareciendo y las líneas telefónicas también. Eso sí. Cada uno anda con su celular comprado en múltiples cuotitas sin interés, y cargado a tarjeta, y sueña con las riquezas y la eterna fiesta de un eterno presente, que les vende la propaganda de Mi-ami. Y todavía creen que son clase media.
Los mantiene el resentimiento profundo hacia “los villeros y vagos piqueteros” porque saben sin saber -negándolo- que están cada vez más cerca de ellos. Y en la negación del dolor del otro, también niegan la realidad de su propia y cercana muerte.
Así el explotado se funde subjetivamente con el que lo explota.
Pero esta fue solamente la breve historia de un consorcio.
MA
Nada que negociar
Asi como es arriba, así es abajo.
HISTORIA DE UN CONSORCIO
Por 1943 en el cercano empedrado que seguía al asfalto de la avenida Callao, que delimitaba y separaba la ciudad oligárquica –el puerto de la factoría– del resto sumergido, se construyeron edificios altos para alquilar que sobresalían (con sus 5 pisos) de las barriadas de los inquilinatos bajos y clásicos. Eran inquilinatos de “lujo”.
Había uno de 34 departamentos: 24 de 40 metros cuadrados y dos ambientes, y 10 de 1 ambiente con 20 metros cuadrados. Tenían calefacción y agua caliente central –en determinados horarios, que pronto el dueño iría reduciendo– fuera de los cuales campeaban tiritares y sabañones. Allí fueron mudándose familias que ascendían y otras que descendían de pasados mejores. Por esos años de radioteatro, con la reactivación del mercado interno, esas familias hasta se animaron a pedir teléfono. Un lujo desconocido para los más. Cuando sólo tenían “heladeras” que conservaban el bloque de hielo que carritos tirados a caballo, vendían diariamente a domicilio. Al igual que la leche (que era traída también por carros a caballo venidos de la zona de los tambos ubicada en lo que ahora es la avenida Coronel Díaz y alrededores de ese “Palermo” de lujo) y los carritos de las verduras y las frutas, entre otros.
Por 1948 el pujante monopolio de Teléfonos del Estado colocaba la línea y el teléfono negro a masas impensadas. Y cuando al poco tiempo Perón con la Ley de Propiedad Horizontal posibilitó que esas familias fueran propietarias, no consiguió adherentes sino que reforzó el furioso antiperonismo de las que ahora se proclamaban clase media. En esa época peronista de gran movilidad social, también comenzó la construcción de casas de departamentos para la venta, que cambiaron el paisaje de las barriadas de inquilinatos. Compraban quienes accedían a un crédito, esto es, los nuevos ascendidos sociales del peronismo: militares, funcionarios, etc. Era la nueva y masiva clase media.
Cayó el peronismo, se anuló la Constitución por decreto militar, vino el FMI, y los edificios que eran nuevos se hicieron viejos. Desaparecieron los radiadores con su pálido calor y se colocaron estufas y calefones. Cuando llegó “la democracia” alfonsinista, el consorcio cayó en las garras de una administradora radical, metida por un propietario de comité. La administradora pronto hizo una trenza con algunos tilingos de medio pelo que buscaban “el acomodo”, no realizó ningún mantenimiento, hizo lo que quiso y hasta llegó a colocar a tres “encargados” mandados por el puntero radical. La fiesta siguió durante el menemato: no hubo asambleas, no hubo controles y a nadie le importó. Los 34 departamentos estaban conectados al video cable VCC de Libermann y todos estaban hipnotizados en el “eterno presente” que la propaganda imponía.
Sin embargo llegaron las jornadas de diciembre 2001. Y el consorcio despertó de su larga siesta, se movilizó y con una inimaginable asistencia del 100% echó a la administradora corrupta, removió al puntero radical y sus acomodados y descubrió de pronto, que había sido estafado.
Pero duró poco la independencia y la responsabilidad por hacer las cosas en conjunto. Uno a uno los consorcistas fueron cayendo en la pasividad y rehusaron ser parte en el juicio penal que uno solo inició. Fue así que “el que se vayan todos” no se cumplió y la administradora corrupta, salvada por oportuna coima que su abogado dejó caer sobre un oficial inspector de Defraudaciones y Estafas de la Federal, siguió con otras administraciones estafando igual que antes.
Los propietarios originales fueron desapareciendo y en su lugar aparecieron otros que compraron para alquilar, o del remate en “la mafia de la Liga” (de rematadores) mafiosos consiguieron departamentos donde se ejercía la prostitución VIP para clientela in y out de “empresarios” (así denominado cualquier chanta vividor, a partir del menemato) y suboficiales de la federal y hasta de la bonaerense, atento la anulación de jurisdicciones por el “accionar conjunto” de las “fuerzas de seguridad”.
Se volvió a delegar en otro personaje la “economía del consorcio” y el derrumbe de la economía general del consorcio y de sus integrantes fue concomitante a la aparición de una mayor pasividad y aislamiento que conformó toda una adaptación involutiva, una mayor hipocresía y un enorme resentimiento hacia “la amenaza” de “los piqueteros”. De 34 usuarios de TV cable VCC, se pasó a 34 usuarios de Multicanal y luego a los cortes de señal y su siguiente proceso de “colgaduras” de cable. De los 34 usuarios de Multicanal quedaron solo 2. Otros se volcaron a Telecentro, el cable de Pierri, porque es más barato.
Muchos anularon sus estufas, para ahorrar con sus cuerpos –mantenidos con comida basura– la posibilidad del escape anual hacia las costas.
Los teléfonos fueron desapareciendo y las líneas telefónicas también. Eso sí. Cada uno anda con su celular comprado en múltiples cuotitas sin interés, y cargado a tarjeta, y sueña con las riquezas y la eterna fiesta de un eterno presente, que les vende la propaganda de Mi-ami. Y todavía creen que son clase media.
Los mantiene el resentimiento profundo hacia “los villeros y vagos piqueteros” porque saben sin saber -negándolo- que están cada vez más cerca de ellos. Y en la negación del dolor del otro, también niegan la realidad de su propia y cercana muerte.
Así el explotado se funde subjetivamente con el que lo explota.
Pero esta fue solamente la breve historia de un consorcio.
MA
04/07/2004
FACTORIA LXXXIX
Nada que negociar
Ilustrados y libres – santo y seña de José Gervasio de Artigas
No me diferencies ya que así me discriminas. MA
TECNICAS DE DOMINIO
En el mundo se han construido ficciones democráticas que ocultan (cada vez menos) al partido único del capital (dividido en demócratas y republicanos en EU y en UE en socialdemócratas y socialcristianos, que son exactamente lo mismo) mientras que en “la periferia” -destinada al saqueo- el bipartidismo se subdivide formando policromías aparentes, para posicionar equipos de gerenciamiento de la sumisión y engañar a la tilinguería (cada vez menos)
Pero ese cada vez menos, ante la total ausencia de una real oposición, se manifiesta en descreimiento, en sumisa pasividad y aislamiento de los más. En este sentido la encuesta contra el ALCA será una señal.
El ALCA tiene dos caras iguales. Si bien es un invento de EU para asegurarse “el patio trasero”, la UE trata de rapiñar de igual manera con el acuerdo con el Mercosur. “Libre” apertura de “mercados” para entrada y salida de capitales, como lo hemos vivido de manera anticipada desde el Rodrigazo isabelino a la fecha, con la exacerbación experimentada durante la “democracia” al uso imperialista. Sin embargo para consolidar lo hecho durante el pico máximo del menemismo, se requiere previamente el control y aplastamiento de todos los marginados y explotados a los que se quiere privar de la ciudadanía, cuyo elemento distintivo es la identidad cultural.
Diferenciar para dividir es la técnica de las minorías dominantes. Así crean, a través de los medios de manipulación, nominaciones que se imponen en el lenguaje cotidiano, signo de su eficacia propagandística.
En este extremo del Cono Sur, asistimos a una ofensiva propagandística sin precedentes –por su intensidad y hegemonía– sólo comparable al golpe “mediático” inventado para la República Bolivariana de Venezuela.
“La ley es la ley”, “foco anárquico en expansión”, “anarquía en el país”, “hay signos evidentes de anarquía”, “no hay respeto por la ley”, etc. es el eslogan que los voceros de las corporaciones multinacionales están vomitando a torrentes. Como dijo Noam Chomsky en su análisis sobre la formación del consenso: “Cuando se trata de construir un monstruo fantástico siempre se produce una ofensiva ideológica, seguida de campañas para aniquilarlo”. En este caso el monstruo fantástico que se inventa son los “piqueteros” –minoría en relación con el conjunto de pobres y excluidos, y que recibe menos del 10% del asistencialismo vigente– para impulsar a su aniquilación. Ese monstruo fantástico es siempre un pequeño país del “tercer mundo” o un pequeño movimiento que es aniquilado para “ejemplo” de los más.
Los dominantes tienen un diagrama de flujo decisorio. Allí se presentan varios caminos para los excluidos de la ciudadanía, porque la ciudadanía – y la cultura propia – no corresponde en una factoría:
a) Si pobre - no protesta y es pasivo - no hay problema: muere sin molestar. b) Si pobre - si protesta y no es pasivo: problema: se requiere su aniquilación.
Con el nacionalsocialismo (supremacía aria), el fascismo (supremacía de un mítico Imperio romano renacido), el franquismo (supremacía integrista de cruzados inquisidores), no había ocultamientos. Las cosas estaban claras. En cambio con “el fin de la historia” los genocidios se disfrazan de “democracia representativa”, “instituciones” y “cumplimiento del orden, la ley, y la seguridad”. Entonces la mejor forma de aniquilación consiste en criminalizar las protestas por vía del nuevo derecho penal. Aún cuando el desprecio por las formas sea cada vez mayor.
Cuando se verifica quienes son los voceros, nos encontramos con los golpistas ideológicos de siempre –y sus alumnos– junto a los nuevos millonarios mediáticos del menemato. Si bien hay quienes ya iniciaron la campaña para la presidencia, la ofensiva de los voceros trasciende lo meramente electoral. Se trata de la configuración y consolidación de la Factoría para décadas por venir. Para ello, deben destruir la ciudadanía, negándola, de la mayoría de los habitantes explotados y marginados. Tal como los grupos dominantes intentaron realizarlo desde que las masas por vez primera irrumpieran en la política de la neo-colonia británica, con la Ley Sáenz Peña.
Y como entonces, esos voceros que respondían al Imperio, trataron –aprovechando los distintos intereses existentes en el gobierno del momento– que las aniquilaciones se realizaran en ese AHORA, no en un mañana, y que las realizaran quienes intentaron la ilusión o la realidad de una política seudo independiente, frente a los imperialismos del “hemisferio norte”.
¿Cuál es la enseñanza de la historia? Que luego del aniquilamiento del “monstruo inventado” –a falta de una real oposición de cambio– el equipo en poder de la maquinaria estatal era inevitablemente reemplazado no por una superación, sino por una regresión. A Yrigoyen lo reemplaza Uriburu, a Perón lo reemplaza Aramburu, a Illia –pese a ser un gobierno minoritario y con la exclusión del peronismo y con todas sus contradicciones– lo reemplaza Onganía, y a Perón-Isabel-López Rega lo reemplaza Videla-Massera...
Siempre se trata que la tarea sucia (la aniquilación) la realice el régimen que no garantice – por diversas razones – la continuidad de los intereses de aquellos ligados a la potencia dominante. Luego vendrán los vencedores (Que arrastran siempre elementos del anterior régimen. Lo hemos visto recientemente: en la metamorfosis de personajes relevantes del delarruato que pasaron al duhaldato y que ahora forman parte del gobierno y del macrismo, etc.) a hacerse cargo de los despojos, con su cuota de ganancias.
¿Cuál es la razón por la cual no ha reaparecido el frenesí de los asesinatos masivos propios de la Triple A? No por virtudes del elenco gubernamental existente, sino por la resistencia popular expresada en las movilizaciones de los marginados, pese a la brutal represión habida y al aislamiento que sufren, aislamiento generado por los manipuladores de los “rebaños desconcertados”, según la expresión de Chomsky.
Si no se tiene esto muy en claro, se corre el riesgo de agregar (en el propio campo popular) discriminaciones a la fragmentación que los dominantes imponen en las subjetividades de los ya sometidos.
Así (con las mejores intenciones, y no importa con qué justificación) quienes discriminen se unen a la gran fuerza que se viene… aunque crean que retroceden para avanzar con resolución.
La mayor confusión consiste en no diferenciar entre “frentes-acuerdos” de cúpulas y la apertura hacia todas las expresiones de resistencia. Los “personajes” van y vienen. Los intereses que representan tienen figuritas de repuesto.
Por la vida de todos y de las nuevas generaciones, se trata de crear mayores espacios de resistencia oponiéndose a la violencia cotidiana que amenaza con seguir invadiendo Nuestra América poniendo en peligro al planeta entero.
MA –04-07-2004
Nada que negociar
Ilustrados y libres – santo y seña de José Gervasio de Artigas
No me diferencies ya que así me discriminas. MA
TECNICAS DE DOMINIO
En el mundo se han construido ficciones democráticas que ocultan (cada vez menos) al partido único del capital (dividido en demócratas y republicanos en EU y en UE en socialdemócratas y socialcristianos, que son exactamente lo mismo) mientras que en “la periferia” -destinada al saqueo- el bipartidismo se subdivide formando policromías aparentes, para posicionar equipos de gerenciamiento de la sumisión y engañar a la tilinguería (cada vez menos)
Pero ese cada vez menos, ante la total ausencia de una real oposición, se manifiesta en descreimiento, en sumisa pasividad y aislamiento de los más. En este sentido la encuesta contra el ALCA será una señal.
El ALCA tiene dos caras iguales. Si bien es un invento de EU para asegurarse “el patio trasero”, la UE trata de rapiñar de igual manera con el acuerdo con el Mercosur. “Libre” apertura de “mercados” para entrada y salida de capitales, como lo hemos vivido de manera anticipada desde el Rodrigazo isabelino a la fecha, con la exacerbación experimentada durante la “democracia” al uso imperialista. Sin embargo para consolidar lo hecho durante el pico máximo del menemismo, se requiere previamente el control y aplastamiento de todos los marginados y explotados a los que se quiere privar de la ciudadanía, cuyo elemento distintivo es la identidad cultural.
Diferenciar para dividir es la técnica de las minorías dominantes. Así crean, a través de los medios de manipulación, nominaciones que se imponen en el lenguaje cotidiano, signo de su eficacia propagandística.
En este extremo del Cono Sur, asistimos a una ofensiva propagandística sin precedentes –por su intensidad y hegemonía– sólo comparable al golpe “mediático” inventado para la República Bolivariana de Venezuela.
“La ley es la ley”, “foco anárquico en expansión”, “anarquía en el país”, “hay signos evidentes de anarquía”, “no hay respeto por la ley”, etc. es el eslogan que los voceros de las corporaciones multinacionales están vomitando a torrentes. Como dijo Noam Chomsky en su análisis sobre la formación del consenso: “Cuando se trata de construir un monstruo fantástico siempre se produce una ofensiva ideológica, seguida de campañas para aniquilarlo”. En este caso el monstruo fantástico que se inventa son los “piqueteros” –minoría en relación con el conjunto de pobres y excluidos, y que recibe menos del 10% del asistencialismo vigente– para impulsar a su aniquilación. Ese monstruo fantástico es siempre un pequeño país del “tercer mundo” o un pequeño movimiento que es aniquilado para “ejemplo” de los más.
Los dominantes tienen un diagrama de flujo decisorio. Allí se presentan varios caminos para los excluidos de la ciudadanía, porque la ciudadanía – y la cultura propia – no corresponde en una factoría:
a) Si pobre - no protesta y es pasivo - no hay problema: muere sin molestar. b) Si pobre - si protesta y no es pasivo: problema: se requiere su aniquilación.
Con el nacionalsocialismo (supremacía aria), el fascismo (supremacía de un mítico Imperio romano renacido), el franquismo (supremacía integrista de cruzados inquisidores), no había ocultamientos. Las cosas estaban claras. En cambio con “el fin de la historia” los genocidios se disfrazan de “democracia representativa”, “instituciones” y “cumplimiento del orden, la ley, y la seguridad”. Entonces la mejor forma de aniquilación consiste en criminalizar las protestas por vía del nuevo derecho penal. Aún cuando el desprecio por las formas sea cada vez mayor.
Cuando se verifica quienes son los voceros, nos encontramos con los golpistas ideológicos de siempre –y sus alumnos– junto a los nuevos millonarios mediáticos del menemato. Si bien hay quienes ya iniciaron la campaña para la presidencia, la ofensiva de los voceros trasciende lo meramente electoral. Se trata de la configuración y consolidación de la Factoría para décadas por venir. Para ello, deben destruir la ciudadanía, negándola, de la mayoría de los habitantes explotados y marginados. Tal como los grupos dominantes intentaron realizarlo desde que las masas por vez primera irrumpieran en la política de la neo-colonia británica, con la Ley Sáenz Peña.
Y como entonces, esos voceros que respondían al Imperio, trataron –aprovechando los distintos intereses existentes en el gobierno del momento– que las aniquilaciones se realizaran en ese AHORA, no en un mañana, y que las realizaran quienes intentaron la ilusión o la realidad de una política seudo independiente, frente a los imperialismos del “hemisferio norte”.
¿Cuál es la enseñanza de la historia? Que luego del aniquilamiento del “monstruo inventado” –a falta de una real oposición de cambio– el equipo en poder de la maquinaria estatal era inevitablemente reemplazado no por una superación, sino por una regresión. A Yrigoyen lo reemplaza Uriburu, a Perón lo reemplaza Aramburu, a Illia –pese a ser un gobierno minoritario y con la exclusión del peronismo y con todas sus contradicciones– lo reemplaza Onganía, y a Perón-Isabel-López Rega lo reemplaza Videla-Massera...
Siempre se trata que la tarea sucia (la aniquilación) la realice el régimen que no garantice – por diversas razones – la continuidad de los intereses de aquellos ligados a la potencia dominante. Luego vendrán los vencedores (Que arrastran siempre elementos del anterior régimen. Lo hemos visto recientemente: en la metamorfosis de personajes relevantes del delarruato que pasaron al duhaldato y que ahora forman parte del gobierno y del macrismo, etc.) a hacerse cargo de los despojos, con su cuota de ganancias.
¿Cuál es la razón por la cual no ha reaparecido el frenesí de los asesinatos masivos propios de la Triple A? No por virtudes del elenco gubernamental existente, sino por la resistencia popular expresada en las movilizaciones de los marginados, pese a la brutal represión habida y al aislamiento que sufren, aislamiento generado por los manipuladores de los “rebaños desconcertados”, según la expresión de Chomsky.
Si no se tiene esto muy en claro, se corre el riesgo de agregar (en el propio campo popular) discriminaciones a la fragmentación que los dominantes imponen en las subjetividades de los ya sometidos.
Así (con las mejores intenciones, y no importa con qué justificación) quienes discriminen se unen a la gran fuerza que se viene… aunque crean que retroceden para avanzar con resolución.
La mayor confusión consiste en no diferenciar entre “frentes-acuerdos” de cúpulas y la apertura hacia todas las expresiones de resistencia. Los “personajes” van y vienen. Los intereses que representan tienen figuritas de repuesto.
Por la vida de todos y de las nuevas generaciones, se trata de crear mayores espacios de resistencia oponiéndose a la violencia cotidiana que amenaza con seguir invadiendo Nuestra América poniendo en peligro al planeta entero.
MA –04-07-2004
