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26/06/2004

FACTORÍA LXXXVIII
Nada que negociar


“Hoy la injusticia se pavonea con paso seguro. / Los opresores se instalan como para diez mil años. / La violencia asegura: todo quedará como está. / No suena otra voz que la de la clase dominante / y en los mercados la explotación proclama: Esto recién comienza.”
Bertolt Brecht.

Zona Liberada

En el eufemismo orwelliano que impuso el Imperio, “democracia” formal significa dictadura real; “instituciones” significan ahogamiento de la voz del pueblo; “seguridad” significa represión para mantener la opresión de los más; y “mantenimiento de la paz” significa invasión y ocupación de un país soberano.

Uno de los eufemismos de las feroces dictaduras cívico-militares sufridas por Argentina, es el de “zona liberada”, que simplemente significa que las llamadas “fuerzas del orden” se retiran de un lugar para que grupos paramilitares o asesinos a sueldo entren y secuestren o maten impunemente a persona o personas que pueden ser fuente de dinero o que molestan al poder real, o para mandar un mensaje mafioso.

En Suárez y Necochea, otrora esquina de tango, la comisaría 24 de la Policía Federal establece “zona liberada” para que dos sicarios ejecuten de 7 balazos a quien estaba a cargo de un comedor popular. Martín Cisneros pertenecía al movimiento piquetero FTV (Federación de Trabajo y Vivienda) y estaba al frente del comedor comunitario y cooperativa “Los pibes de la Boca”.

El dirigente D’Elía dijo que uno de los asesinos era un narcotraficante al servicio de la comisaría 24. Los vecinos tomaron la comisaría en la noche anterior al día del aniversario de los asesinatos de “Puente Pueyrredón”. Acudieron fuerzas de represión que se salían de la vaina por golpear y matar. Noteros e interesados al servicio del poder mafioso y colonialista, hablaron de los destrozos en la comisaría. En la Argentina neocolonial por encima del derecho a la vida, está el derecho de “los objetos”, “las cosas”, la propiedad de los que tienen.

Para nosotros el ser humano debe ser el centro social. No un ser humano abstracto y fuera de todo contexto, sino el concreto, el Juan Nadie que tiene un territorio y una historia, que es la de su propio país fragmentado y expoliado. Martín Cisneros, Marcelo Bogado el limpiavidrios, Diego Lucena y una larga lista de más de 1.600 asesinados por “el orden”, son parte de esa larga historia de violencias cotidianas del poder.

No hay salida dentro de este sistema. “Los que se quedaron” parlotean sobre más policías y “nuevas fuerzas”. Pero no tocan los institutos de formación de nuevos asesinos uniformados. Y estos se llaman, no lo olvide nadie, en honor de represores asesinos. La escuela de suboficiales de la Federal se llama “Comisario General Alberto Villar”, uno de los creadores de la Triple A. La escuela de oficiales se llama “Coronel Ramón Falcón”, cuyo máximo logro fue el asesinato de obreros en 1905. Este sistema es asesino. Como tal, solo es capaz de recrear infinitamente pobres y ejecutores para asegurar la subsistencia del mismo, que beneficia a unos pocos al servicio del Imperio.

FACTORIA LXXXVII
Nada que negociar


'El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.' Bertolt Brecht.

DONDE TERMINAN LAS PALABRAS

Porque, ¿Qué se puede más decir cuando la brutal indiferencia de los más toma como risible, como chiste, el hecho de que la ciudad capital de la Factoría amanezca cubierta de costosos murales a colores referidos al resultado de un partido de fútbol? ¿Cuándo denominados periodistas –leen sus guiones– lo comentan como algo jocoso? ¿Y nadie pregunta cuánto y quien gastó en esos murales? ¿Mientras niños en la misma ciudad capital de la Factoría están mendigando, trabajando, muriéndose de hambre y prostituyéndose?

Porque, ¿Qué se puede comentar cuando consumidores –no ciudadanos– sólo reaccionen en sus vidas, cuando un grupo piquetero les corta el acceso a su ansiado y dudoso combinado de hamburguesas, papas fritas y bebidas cola?

Porque, ¿Qué se puede responder cuando un exponente de esos residuos de capas medias dice que “a esos vagos” –por los piqueteros– “hay que matarlos a todos”?

Porque, ¿Quién es más miserable: el que muriéndose de hambre lucha por sus derechos o aquel que lo mira como cosa y con brutal indiferencia?

Porque, ¿Qué decir ante ciertos dirigentes piqueteros que se enfrentan como instrumentos de internas mafiosas? ¿Y la mayoría de esas capas medias no distingue entre ellos, la gente que los sigue y los restantes grupos piqueteros y ni siquiera reflexiona entre esa militancia y el conjunto de desempleados denigrados como “vagos atorrantes”? ¿Ni del hecho de que los que trabajan son los pobres de esta tierra, retrotraídos en cuanto horarios de trabajo, salarios y precariedad laboral al nivel del año 1887? (según la Organización Mundial del Trabajo – OIT)

Porque, ¿Qué queda de un país cuando un evento del deporte-circo-profesional y su elenco millonario que guarda sus dólares en el exterior, es calificado como las “grandes patriadas” y todos aceptan tamaño desatino?

Tal como sucede en la cosmovisión subjetiva de la masa indiferente del Imperio, en las Factorías se NATURALIZA la pobreza y todo accionar del hombre. En el mundo de los seres cosificados, sin historia, sin tiempo y sin intencionalidades, todo está naturalizado. La magia de la manipulación ha hecho desaparecer en la subjetividad cipaya toda intencionalidad y la ha reemplazado por abstracciones. Son los analfabetos políticos de que habla Brecht. Pero, ¿acaso están vivos?

Porque este es el “país” de los muertos-vivos.

Estáis muertos.
Que extraña manera de estarse muertos. Quienquiera diría que no lo estáis. Pero, en verdad, estáis muertos. (…) Estáis muertos, no habiendo antes vivido jamás. Quienquiera diría que, no siendo ahora, vosotros sois los cadáveres de una vida que nunca fue. Triste destino el no haber sido sino muertos siempre. El ser hoja seca sin haber sido verde jamás. Orfandad de orfandades. (…) Ellos murieron siempre de vida.
César Vallejo.

País oficial de 2.400.000 desocupados. 1.800.000 desocupados que reciben 150 pesos mensuales. Más de 2.000.000 que viven ¿viven? haciendo “changas”. Más de 6.200.000 de adultos “oficialmente” excluidos. 47% de indigentes. Y con el resto que trabaja y también es pobrerío, porque gana menos que la “canasta básica de subsistencia” que llega a $ 700 por mes... (dicen cifras oficiales)

En otro aniversario de la masacre titulada “de Puente Pueyrredón” (puente que conecta el sur a la Ciudad autónoma de Buenos Aires), aunque la masacre se desarrolló en el puente, en Avellaneda y en otros lugares del gran conurbano sur, y del brutal asesinato de nuestros hermanos piqueteros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.

Bestial represión planificada para destruir una confraternización entre comerciantes, empleados, jubilados y ahorristas despojados, que recibieron con aplausos la entrada de excluidos en la capital, marchando por la avenida Rivadavia, que corta en dos la ciudad. Días antes de la masacre planificada “de Puente Pueyrredón”.

Argentina-Factoría donde las palabras abstractas han ocupado el lugar de los seres humanos. “Lo institucional” es el pretexto para mandar tropas de intervención en Nuestra América. Crónica TV dice en grandes titulares: “La democracia vota mañana en Uruguay”. ¿Alguien conoce a “la democracia” que vota? Siempre las “instituciones” por sobre el ser humano. Argumentos sofistas de “progres” que tratan de buscar el equilibrio en la sumisión de la decadencia.

En la Factoría donde personajes del régimen de la violencia cotidiana con sus medios de manipulación servidores han vomitado millones de frases famosas:

“No hay lugar para la violencia en la Argentina”.
“El caos sólo favorece a los violentos y a los conspiradores”
“Se terminó la impunidad en la Argentina”
“La bonaerense es la mejor policía del mundo”
“Hay que aplicar la ley a los excesos porque los excesos desordenan la sociedad”
“La Argentina se está convirtiendo en un país violento” (Título “catástrofe” de La Nación de hoy)

Argentina de las masacres, Argentina de las guerras civiles. Argentina del genocidio de montoneros que lucharon contra el genocidio de Paraguay. Argentina de las matanzas de obreros desde 1905, Argentina de los progroms contra los ghettos judíos en los años 20, Argentina de la picana, Argentina de los negociados, Argentina de las estafas bancarias, Argentina del bombardeo de su población por sus propias Fuerzas Armadas, Argentina de la matanza de militares nacionalistas, Argentina de la guerra civil entre “azules y colorados”. Argentina de la Triple A. Argentina de la dictadura genocida. Argentina Pi-Due. Argentina-Cóndor. Argentina-entrega. Argentina de la “democracia” del hambre y la exclusión. Argentina de las masacres de diciembre 2001 y de Puente Pueyrredón, Argentina de la población explotada y la concentración de la riqueza... Sí. “se está convirtiendo” en un país violento...

Argentina Factoría – 26 de junio de 2004 - MA

16/06/2004

FACTORÍA LXXXVI
Nada que negociar


Nuestras derrotas lo único que demuestran / es que somos pocos / los que luchamos contra la infamia. / Y de los espectadores esperamos / que al menos se sientan avergonzados. – Bertolt Brecht.

LA BRUTAL INDIFERENCIA

En la calle Ayacucho del barrio de La Recoleta, en un edificio de pisos con dos calderas alimentadas a gas –una para la calefacción a losa radiante y la otra para el agua caliente– un despistado encargado (que ve mucha TV) se dirige al consorcio para proponer un ahorro de gas. Lo miran como si fuera un orate y le contestan: Las restricciones son para los pobres. Aquí nada ha cambiado.

La corporación foránea que regentea el servicio público de electricidad hace campañas propagandísticas televisivas para el pobrerío. No deje la luz prendida en un cuarto vacío. Cambie todas las lámparas por unas de bajo consumo, etc. Hay crisis energética dicen los voceros que regentean la factoría.

Por eso, en el circo que tapa todo, los partidos de fútbol de River y Boca se juegan de noche, con la variante única en el mundo, que en Boca no entran los de River y viceversa. Así hay dos estadios iluminados a pleno: en uno el partido, en otro pantallas gigantes para los prohibidos simpatizantes. Hay contradicciones simultáneas: “la fiesta de las hinchadas, el enfrentamiento único en el mundo” y la prohibición del derecho de asistir a un pretendido espectáculo único, en el contexto de la “crisis energética” que “castiga” con mayores tarifas a quienes no bajan el consumo (de gas, de electricidad) y “premian” a quienes lo bajan. Esto equivale a declarar que “el que tiene plata hace lo que quiere”, tal como el sistema “castiga” al desastre ecológico: con “multas”…

La TV mundial dedicada al circo “deportivo” equipara en sus transmisiones al fútbol como un todo mundial. Y esto es irreal. ¿Acaso el público satisfecho del consumismo imperialista es igual al del público del pobrerío de las factorías “sudacas”?

Los regenteadores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires anulan la mitad de las luminarias que dan luz a las autopistas de acceso a la misma. Es la emergencia energética, dice la propaganda. Pero al día siguiente de este anuncio varias avenidas de la Ciudad Autónoma tienen las luminarias prendidas a plena tarde… ¿Y saben cuánto consumen las emisoras televisivas y la TV por cable? ¿Por qué no se cortan las transmisiones a las 22 horas, para ahorro energético?

El recuerdo es para los días de la dictadura militar, cuando los “occidentales y cristianos” se enfrentaron al símbolo del “occidente cristiano”: la coalición militar anglosajona. Nada menos que Reagan “el ido” y la “dama de hierro” Thatcher. En ese entonces, había “guerra” sin restricciones de ningún tipo en lo energético. Había “vida normal”. Así las capas medias pudieron apostar con los barcos hundidos día por día, según la propaganda militar. No una, sino varias flotas inglesas se fueron a pique en ese mundo digital propagandístico. Y la milicada –no los conscriptos– que fue derrotada por la oligarquía anglosajona, ahora se estremece de júbilo en sus esfínteres, por estar al lado de sus vencedores en los “ejercicios militares carnales”.

No advertir estas hipocresías y contradicciones, significa una pérdida de raciocinio. Imperaba en ese entonces, como ahora, una irracionalidad estúpida. Reveladora de un tipo de mentalidad que fuera calificada por una periodista de integridad como “menemismo”. No se trata de un movimiento. Es la calificación de una minusvalía intelectual.

Mientras, el pobrerío sufre por insólitos y cada vez más extendidos cortes de gas “por pérdidas” y no “ajuste reglamentario” de los servicios tercerizados de la corporación transnacional que controla el gas argentino. Y hay edificios que pasaron los 36 días sin gas, cayendo en el “castigo” impuesto por las corporaciones para el aumento de consumo eléctrico que trata de compensar vanamente la ausencia del gas.

La mafia corporativa califica de “mafiosos” a los que antes se “colgaban” de los cables, ahora cambiados, que impiden el “cuelgue”. En su lugar, para “carenciados”, en algunos lugares del Gran Buenos Aires –Florencio Varela, es uno de ellos me informan– hay aisladas estaciones de servicio con máquinas expendedoras de “kilovatios”. Están conectadas en red digital con medidores de carenciados. Esas son las nuevas tecnologías en manos de explotadores. El pobre inserta las monedas en la máquina y “compra” los kilovatios. Los que puede. En su choza digita la clave en su medidor y así tiene la electricidad que pudo pagar. Gastados los kilovatios súbitamente se hace noche. Y si hay dinero que sobre habrá que caminar unos cuantos kilómetros para buscar las máquinas expendedoras. Cosas de pobrerío.

En el Gran Buenos Aires sólo los carenciados pueden tener teléfono con tarjeta. Claro, tienen que pagar la línea –unos 150 pesos– tienen que comprar el teléfono (las épocas en que Teléfonos del Estado entregaban el teléfono gratuitamente han quedado en la lejana historia) y tienen que comprar la tarjeta… ¿Con 300 pesos mensuales para subsistir?

Y mientras algunos alimentan futuros “Foros” para “luchar” contra el agua considerada como mercancía… siempre el hecho consumado: Ya el agua ES una mercancía. Como que envasada (y con agregado de gas carbónico y anfetaminas, edulcorantes, colorantes, etc. O no) ya constituye la fuente de mayor ganancia de las corporaciones. Como que ante falta de pago, en el interior, las multinacionales en control CORTAN el agua a las casas que no pagaron. Y la propiedad, para estos defensores de la propiedad sobre la vida, pasa a garantizar el cobro: se van rematando inmuebles por no pago de agua, de electricidad, de gas... y pronto se rematarán por no pago de teléfono.

En la calle, con los fríos, los deshechos de las capas medias pasan indiferentes ante los que están durmiendo en las veredas, cubiertos de papeles y trapos. Indiferentes a los niños que mueren todos los días, indiferentes a los documentales –como Memoria del Saqueo, de Pino Solanas– que registraron para otros esa situación.

Si hay indiferencia ante lo inmediato que rodea a esos deshecho de capas medias… ¿Qué decir de lo que ocurre “lejos?” Como el cotidiano genocidio palestino realizado impunemente por los sionistas dementes de la superioridad racial y el genocidio iraquí realizado por sus socios dementes de la superioridad racial y el “destino manifiesto”. ¿Y qué decir de lo que ocurre “más cerca” en nuestra propia América Latina? ¿Y de los genocidios que pueden ocurrir en Nuestra América?

Las dirigencias que regentean la factoría enviarán tropas a Haití. Con la misma argumentación de teólogos del cipayaje, el día de mañana enviarán tropas contra “la anarquía imperante” en Cuba o en Venezuela, si es que caen bajo invasiones imperiales y presentan “anarquía institucional”...
La “normalización” haitiana –fruto histórico de la gula del Imperio del Mal– costará a los pobretones de esta factoría la suma de 1 millón y medio de dólares mensuales, durante 6 semestres... Aquí los marginados no conocen la leche (tenemos Sancor) y comen gatos o basura. Pero antes que el ser humano están “las instituciones”...

Y cuanto más se agachan los regenteadores frente al imperio, más plata coloca el “jubilado” amparado por Lagos Escobar en los “multimedios locales” para preparar su regreso. Y crea una suerte de “corriente interna” en el PJ que lleva las siglas PP (¿Peronismo Popular?) que en realidad es el PP del Azno, porque representan lo mismo: coberturas políticas del Opus Dei franquista que maneja las dirigencias de España y las del ChileAlca. ¿Resucitarán los entregadores de la corrupción, con el mensaje de “la inseguridad?” Recordemos que el invento del tema “seguridad ciudadana” para tapar la creciente represión fue creado en Chile por la Fundación Paz Ciudadana (Opus-Legionarios)

La guerra civil es un hecho. No otra cosa es la imposición por la violencia de un Estado al servicio de un puñado de cada vez más ricos versus la mayoría cada vez más pobre. Los que trabajan y los que no, que caen en la marginalización total. Y entre las mafias de la corrupción neocolonial hay “internas” feroces que cobran muertos en ambos sectores. Y esos muertos se reparten como en una guerra civil. Los blumberianos y la Curia se movilizan cuando hay un asesinado o un secuestrado hijo de empresarios, o sea los de “alto nivel”, de “buena familia”... Los blumberianos no prenden velas por los asesinados en los retenes policiales callejeros.. El pobrerío y las capas medias “decentes” pero no conectadas con la Curia, deben prender velas no blumberianas por los asesinados por “las fuerzas disciplinadoras”. Y sus graffiti lo dicen todo: “Esta es la policía de Blumberg”. La realidad y el rol de los medios son captados por los graffiti populares en una síntesis notable: “Nos mean y dicen que llueve”.

Nada interesa. Nada moviliza. Cada uno está encerrado en la ilusión de la salida individual y en la ilusión del “paraíso miamense” que hasta vende revistas. Indiferencia ante todo lo que no sea su propio “yo”, coordinando una serie de trivialidades y externidades. Y las cadenas de comida basura se llenan del pobrerío que trabaja… Y el pobrerío que trabaja compra sus aguas envasadas, sus “colas” y sus “cigarrillos”. ¿Y el que no puede trabajar?

Militantes minoritarios “luchan” contra el imperialismo. Quemando imitaciones de banderas imperiales. Concentrándose frente a embajadas imperiales para chocar contra los “guardianes del orden” nativos… Y las pequeñas oligarquías que todo lo manejan desde el imperio, se ríen. ¿Esa es la forma de luchar por un cambio real?

¿Quién está dispuesto a dejar los Mac Donalds, los Burger King, las bebidas “cola”, y seguir la consigna sanmartiniana de Seamos libres y lo demás no importa nada?

Si no se está dispuesto, a dejar de hacer como si.

El poder mundial requiere del dominio de las subjetividades. La lucha es, pues, la de las interioridades. No las falsas interioridades del escapismo que venden los gurúes del Imperio. No en el sentido filosófico idealista. Sino las que modifican el accionar y la realidad “mundo”. Porque repetimos lo que dijera el historiador argentino José María Rosa: No hay colonia si no hay voluntad de coloniaje. Porque “El hecho revolucionario es un acto de conciencia querido.”

MA 16-6-04

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