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25/02/2004

FACTORÍA LXV
Nada que negociar


¿Cómo una minoría puede dominar a la mayoría de la humanidad explotada, marginada y excluida? Pregunta que debería merecer una profunda meditación de cada uno de los excluidos, si es que escapa a la manipulación mediática. MA

ALGUNOS MITOS (VI)

El nuevo dominio capitalista sobre el planeta entero, tiene características más destructoras que los anteriores porque se encuentra agotado y en fuga hacia delante, buscando sólo la voraz rapiña rentable de corto plazo y que amenaza la destrucción de la vida sobre la tierra. Aquellos que intentan contraponer un “neo-liberalismo” a un “capitalismo keynesiano” mienten.

Las políticas keynesianas fracasaron rotundamente, nunca hubo tanta hambre y desocupación en EU como en la década del 30 y la reactivación del capitalismo sólo se dio mediante el armamentismo y gracias a la Guerra. Tal como sucedió con la Alemania Hitleriana. El armamentismo dio ciclos de recuperación, pero con cada vez mayor polarización de riqueza. Crearon para los tontos los mitos de “la tecnología internética” que escondieron gigantescas estafas a niveles nunca vistos.

Y que no sufrió solamente el medio pelo consumista de EU, sino el medio pelo zonzo de las factorías que ya se olvidó de los aportes del BM para “el portal educativo” de los sushi boys y de Cavallo, que sigue saliendo en CNN dando “conferencias” en cocoliche para los acreedores yanquis que lo aplauden a rabiar, ya que trabaja para ellos.

A la hora de la verdad, el Imperio norteamericano fue a buscar PETRÓLEO en todas partes del globo, y a controlar los espacios geo-políticos para dominar las rutas del petróleo y liquidar a sus “potenciales” adversarios. Irak fase 1, Balcanes, Afganistán, Irak fase 2, con regímenes de factoría como Bolivia, México y Argentina, y ahora preparando la destrucción de la República Bolivariana de Venezuela, la joya petrolera y la única oposición real en toda Nuestra América, junto con la Isla de la Dignidad.

Cuentan con la fuerza de su Estado que vuelca recursos gigantescos a los monopolios que buscan nuevas tecnologías. Cuentan con la fuerza militar que protege a los monopolios que rapiñan los recursos naturales del planeta. Cuentan con los monopolios que desarrollan armamentos de destrucción masiva, Cuentan con los monopolios financieros que imponen al dólar como moneda mundial y, por último pero no lo último, cuentan con los monopolios que dominan la comunicación y los medios para poder manipular a las mayorías mundiales excluidas. Y aquí vamos a la pregunta que se plantea al inicio.

Una minoría que amenaza con la extinción a las grandes masas de la Tierra, junto con la vida misma, no podría hacerlo sin HOLLYWOOD. Esa fábrica de sueños y mentiras. Y Hollywood es la TV. No lo olvidemos. Dividir para reinar, el circo romano, lanzar pobres contra pobres, son las armas de las minorías dominantes que nos tienen aún en la PREHISTORIA humana.

Las reacciones del medio pelo local, frente a quienes protestan y son piqueteros, son directamente FASCISTAS. Una ola fascista inunda el mundo. Claro que si son “murgueros” que interrumpen el tránsito pidiendo por “días de carnaval”, o la propia congestión natural de la megalópolis, nadie dice nada. La manipulación mediática es increíble.

Y encima la dirigencia imperial (y en menor escala la de sus factorías) siempre tiene el recurso de la violencia física auto infligida para posibilitar nuevas formas de totalitarismo jamás visto. Frente a esta amenaza contra la vida en la Tierra no existen posturas ambiguas. La ambigüedad implica alinearse con el Estado terrorista mundial.

FACTORÍA LXIV
Nada que negociar


Globalization is only another word for US domination – Kissinger
(Globalización es sólo otra palabra para la dominación de EU)

ALGUNOS MITOS (V)

En síntesis: No ha existido otra mundialización que la capitalista, y no existe otra potencia que EU que es el mayor mercado NACIONAL conocido. La Unión Europea es un mito. No hay mercado NACIONAL europeo. Detrás de la abstracción “el mercado” están los Estados. Y los Estados se imponen por su fuerza. La economía es política y la política son las relaciones de fuerza que incluyen el poderío militar. Lo señala con toda claridad Thomas Friedman (asesor de Madeleine Albright): “La mundialización sólo funcionará si los EU obran con la fuerza omnipotente de su posición de superpotencia. La mano invisible del mercado no funciona nunca sin el puño visible. McDonald no puede prosperar sin la McDonnell Douglas que construyó el F15. El puño oculto que garantice un mundo seguro para la tecnología de Silicon Valley se llama el ejército, la aviación, la marina y el Cuerpo de Marina de EU”.

El “Imperio” sin localización, es otro mito creado por ex trotskistas a sueldo del Estado Norteamericano, especializado en financiar grupos trotskistas desde la década del 30 del siglo XX.

Igual que el mundo de “corporaciones”. Las corporaciones de la UE no existen. Están las de Alemania, las de Francia, las de Inglaterra, las de España, y las de Italia, sostenidas por sus respectivos Estados. Y ninguno es comparable al de EU. Basta con recordar cómo, desde el derrumbe de la URSS, el Estado norteamericano se ha llevado por delante todo el planeta. Y ha destruido todas las instituciones internacionales (tal como fue hecho con la Sociedad de las Naciones por el nazismo, con la complicidad de las restantes potencias), salvo las que maneja para su propio interés nacional. El invento de la OTAN (NATO por sus siglas en inglés) fue para imponer su dominio –con el socio menor de su mismo origen– sobre Europa. El “peligro comunista” nunca existió –ya que la URSS se atuvo al reparto del mundo cocinado en Yalta– y eso fue demostrado con el derrumbe soviético. La NATO en lugar de desaparecer se agrandó con la carne de cañón de los ex satélites de la órbita de Moscú.

Hoy húngaros, rumanos, polacos, ucranianos, entre otros (más japoneses, alemanes, rusos, españoles, italianos, filipinos, y hasta hondureños, sobre un total de más de 30 ex imperios y factorías) que están muriendo en Afganistán y en Irak. ¿Quién decidió que esa carne de cañón fuera enviada a defender los intereses imperiales? ¿Los pueblos fueron consultados? ¿Los pueblos acaso protestaron? ¿O los inunda la apatía profunda y la cínica indiferencia de la salvación individual? ¿O saben que todas las instituciones de “la democracia occidental” han sido vaciadas y están en manos de pandillas de mafiosos y entonces se apartan de “la política”? ¿O los manipulan para que se aparten?

Y eso sin contar a los MERCENARIOS que son contratados por corporaciones que manejan ejércitos privados. Un negocio “colateral” del militarismo yanqui: la tercerización de la guerra. Así, por ejemplo, una empresa Red Táctica de servicios de apoyo paramilitar, dependiente de la “empresa de seguridad” Blackwater US, contratarán a 800 “militares retirados” chilenos (de 25 a 30 años de edad) por 3.400 dls mensuales y visa para EU. Formaran una banda paramilitar que operará en la zona de Basora. Además “Chile socialista”, ya entrado al ALCA, es militarizado a extremos dementes: fragatas con sistema de cohetería Tomahawk, aviones F17... Y la milicada cipaya contenta como mono con ametralladora. ¿Contra qué amenaza presente y futura van a utilizar esa parafernalia militar?

La oligarquía empresarial norteamericana ha dicho que para sostener rentabilidad y aniquilar a sus competidores menores, requiere de un mercado de 600 millones de consumidores, cifra que supera a toda Europa. Su mercado nacional, de alrededor de 280 millones, no les alcanza. Y está reducido en un 40% de pobres que participan mínimamente en ese mercado, sin contar los que se mueren de hambre escarbando basura y mueren por miles con los calores y los fríos extremos, y la mayor población carcelaria jamás conocida, en crecimiento constante. La polarización, que es característica del capitalismo, se da en el centro del Imperio y los imperialismos subordinados y con mayor profundidad en las periferias de ese centro norteño.

¿Cómo van a llegar a ese mercado de 600 millones? Para ello cuentan como PROPIO el que llaman “su patio trasero” con las satisfechas oligarquías de la fragmentada Nuestra América en factorías. Y que ellos llaman “Latin America” con su capital del doblaje, del subtitulaje, del “entretenimiento”, de la moda, de los video-clips, de la mafia, de la estafa, de la impunidad, y sede de los ídolos televisivos del cipayaje de las factorías, que es Miami. Sede además de la Regional Militar del Comando Sur. Porque todo el planeta está dividido según regiones que corresponden a distintos comandos militares. Como todo imperio. Y también tendrán como consumidores a oligarquías de otros lugares del planeta.

Y las pequeñas oligarquías están en la rapiña. El dueño del Puerto de Valparaíso lleva en un barco propio una enorme piedra de la isla Navarino: territorio de los exterminados nativos yaganes, para un Museo de los Indígenas a inaugurarse en la capital del Imperio.
El turismo es el negocio para generar falsas opciones para los ricachos del norte que buscan “curiosidades nativas”. Rapiñas grandes y rapiñas chicas. Como el régimen de Río Negro que dio piedra libre para atrapar LIEBRES para exportarlas VIVAS a España y a Italia. Sucede que los “cazadores” han exterminado a sus liebres. Y necesitan matar. Ahora exterminarán a las liebres patagónicas. ¿Y mañana? A nadie le importa el mañana. Sólo la rapiña que destruya todo y que les dé billetitos verdes para irse a Miami.



18/02/2004

FACTORÍA LXIII
Nada que negociar


Más temprano que tarde las caretas se caen.

ALGUNOS MITOS (IV)

El tercer momento de proceso es el actual y los objetivos del capital dominante son los mismos de siempre: la rapiña de los recursos naturales (agua, oro, biodiversidad, cultivos transgénicos, destrucción del campesinado, etc.) y la militarización del planeta y del espacio exterior. Todo ello legitimado por el discurso ideológico de la nueva tríada: EU y sus subordinados Europa y Japón. Los “intelectuales” y los “medios” repiten en consonancia la defensa abstracta de “la libertad y la democracia”, “la ley” y el “humanitarismo” contra el “terrorismo y la violencia”, pero ya en un desbocado reino de la despalabra y de un cinismo sin igual. Un solo ejemplo bastaría sobre el uso de la despalabra: el franquismo fascista en España ha nombrado a la Fundación del PP como “Humanismo y Democracia”, siendo lo opuesto de ambos conceptos.

El macartismo que hoy domina el sistema global, nunca dejó de existir. No fue tampoco casual que el Senador por Wisconsin, de nombre McCarthy, organizara la caza de disidentes al frente de la presidencia del Comité de Actividades Antiamericanas del Congreso. Y que tuviera dos laderos sionistas en su equipo: Roy Cohn –abogado consejero que lloraba cada vez que oía el himno de EU y su amigo David Shine que colocó en la nómina del inculto McCarthy. Este Shine, hijo de un magnate hotelero y de “profesión” play-boy, sacó un libelo demente titulado Definición del Comunismo, que en la cadena de hoteles de su padre era colocado en los dormitorios junto con la llamada Biblia Gideón (nombre de una Asociación Religiosa de Viajantes de Comercio fundada en 1899 que colocaba y sigue colocando Biblias en cada dormitorio de hoteles y moteles)

En esa época, mientras la ficción de filmes y propaganda hablaba de “libertad y democracia”, se enseñaba a los niños a ser delatores y el Departamento de Estado eliminaba de las bibliotecas públicas todos los libros que habían sido quemados por los Nazis. El Macartismo fue la voz de la America profunda e inculta, la misma que apoya a las figuritas de turno como “presidentes” y es el racismo que se ha expandido por Europa y Japón subordinadas al Imperio y también en sus factorías.

Esa voz racista es la del Destino Manifiesto impuesto tanto a los incultos de adentro como a los cipayos de afuera: los de las nuevas factorías con dirigencias disfrazadas de “progres” pero que, paso a paso y redoblado, van quemando etapas hacia la “integración con el Imperio”. Los arios hitlerianos son hoy los “caucásicos” del Mein Kampf norteamericano de la “Seguridad Nacional” y del propagandista Huntington (El choque de las civilizaciones).

La unión mundial del capital, en especial desde Reagan-Thatcher, tiene un proyecto de rapiña que no ofrece nada a los 4/5 de la humanidad. Por consiguiente requiere apoyarse en el militarismo creciente y en la intervención militar para reprimir a quienes; sometidos al genocidio silencioso; osen rebelarse.


15/02/2004

FACTORIA LXII
Nada que negociar


En los EU también me enteré que la música menos popular es el jazz. Tiene más adeptos en Europa que en EU. ¿Por qué? No lo sé. Y sin embargo la expresión más grande que tienen los EU es el jazz. En el año 1970 los músicos negros no quisieron tocar más con los blancos. Me golpeó muy fuerte el darme cuenta de que los blancos les tenían miedo a los negros y los negros despreciaban a los blancos. Cuando fui a abrazar a Coleman Hawkins, luego de un estupendo concierto, me tomó de los hombros, me separó violentamente y me tiró contra la pared. Después se hizo amigo mío. Cuando toqué con ellos me trataron como hermano. Enrique “Mono” Villegas (1913-1986).

ALGUNOS MITOS (III)

En la cita que antecede, el más grande pianista de jazz argentino desconoce por qué el jazz tiene más adeptos en Europa que en EU. El origen fue una operación de Guerra Psicológica. Los expertos de la NSA (Agencia Nacional de Seguridad) y el Consejo de Coordinación de Operaciones del Pentágono, la Marina, y la CIA, decidieron incluir el tema de “la libertad” en todos los filmes. Contaron para ello con una serie de productores, directores y actores a su servicio (como Mayer, Cohn, Warner, Zanuck, Goldwyn, John Ford, Cecil B. DeMille, John Wayne, Ward Bond, Merian Cooper, etc.)

Caso notable es el de John Wayne que ensalzó en todos sus filmes el deber, la obediencia a las órdenes, las hazañas del súper macho, mientras que en la realidad hizo todo lo posible para eludir el servicio militar en la II Guerra Mundial. Sin embargo, como los filmes – al igual que la propaganda – son ficción; mas si ésta se manipula convenientemente puede ser tomada por realidad; Wayne pasó a ser considerado como modelo del soldado americano y lo que es más la personificación del “ser americano”, llegándose al extremo que en 1979 el Congreso acuñara una medalla en su honor con el eslogan John Wayne – America. Con lo cual se demuestra que la dirigencia del Imperio es trucha, cínica, mentirosa e hipócrita.

Como un punto débil de la realidad norteamericana era su inigualado racismo, la CIA dispuso que aparecieran en películas “negros bien vestidos como parte de la vida normal en EU, sin que pareciera evidente”, como colocar algunos negros en escenas de multitudes. Como ejemplo citemos filmes de Jerry Lewis en un club de golf, lugar al que los negros tenían prohibido entrar, tanto como carecían de derecho al voto.

El Comité de Representaciones Culturales (CPC – Cultural Presentation Committee) planificó giras de negros a Europa. Esa fue la razón de la aparición de muchos artistas de jazz negros y el origen de la situación que desconocía Villegas. Muchos de ellos se quedaron residiendo en Francia y Alemania.

El odio entre blancos y negros, que tanto sorprendió a Villegas, también se explica porque la “independencia” no abolió la esclavitud; ya que sus dirigentes eran esclavistas. Tuvo que pasar casi un siglo para que fuera abolida pero no por razones éticas sino porque no servía al objetivo de la expansión capitalista industrial. Pero debería pasar otro siglo para que a los negros le fueran concedidos mínimos derechos civiles y aún en la década del 60 el linchamiento continuó como hecho habitual en los pic nic sureños familiares.

En la década del 70 los intentos de liberación negros – el Poder Negro, como reacción ante la sucesión de bombas y asesinatos de los líderes pacifistas – fueron aplastados por el FBI y grupos de acción de la CIA mediante la entrega gratuita de drogas y asesinatos al por mayor.

Hoy día persiste el linchamiento de un modo más hipócrita a través de un “sistema judicial” que envía a las cárceles privadas y a la muerte a una mayoría de negros y “coloreados”. Y les sigue impidiendo el voto, como sucedió en la Florida cubano mafiosa.

Los reales detentadores del poder son el capital y sus siervos “alternativos” en el gobierno. Y tienen, caso único en la historia, el manejo total y sistemático de la desinformación mediática. Así, el sistema manipula fácilmente a la “opinión pública” alimentando su estupidez.

El aplastamiento de los países que han tratado de crecer por las suyas, ha sido la constante en especial desde Reagan (republicano), Bush el I (republicano), Clinton (demócrata) y Bush el II (republicano). Por eso, en el caso del desplazamiento de este último por otro “demócrata”, no significará absolutamente nada para las nuevas factorías amaestradas.

FACTORÍA LXI
Nada que negociar


Las sectas de Nueva Inglaterra no tuvieron contacto con el espíritu de la Ilustración y su cultura siguió siendo la de las Brujas de Salem – Arthur Miller, dramaturgo.

ALGUNOS MITOS (II)

En el continente americano recién liberado del coloniaje español, la única revolución social fue la realizada por los esclavos de Santo Domingo, mientras en el resto las oligarquías criollas saboteaban Nuestra América de los libertadores San Martín y Bolívar, para continuar haciendo lo mismo que los españoles. Sólo luego de un siglo, con la revolución mexicana de 1910-1920 y la de Cuba en 1959, América Latina sale del “sistema de 1492”.

En 1845 se instala en EU el discurso del “Destino Manifiesto”. Y a partir de allí se suceden las intervenciones de los “marines” para “proteger intereses norteamericanos”. Así desembarcan en 1852 en Buenos Aires; en 1853 en Nicaragua; en 1853/1854 envían la flota dirigida por el Almirante Perry para abrir puertos a EU en Japón, apoderarse de las Ryuko y de las islas Bonin; en 1854 de nuevo Nicaragua; en 1855 desembarcan en Montevideo; en 1859 toman Shanghai, principal puerto Chino; en 1860 invaden Angola (colonia portuguesa africana); en 1893 se apoderan de las islas Hawaii y en 1894 nuevamente intervienen en Nicaragua.

Un segundo momento de proceso rapiñador se dio con la Revolución Industrial que trajo como consecuencia el sistema colonial impuesto para Asia y África. Con la consigna de “apertura de mercados”, los puritanos ingleses impusieron a China el consumo masivo de opio. El discurso dominante fue “la misión civilizadora”. Esto fue exaltado – entre otros – por Kipling y por Jules Verne (recordar su “Viaje alrededor del globo en 80 días”, donde un inglés se constituía en héroe de esa globalización). También las voces críticas fueron acalladas, como las de la Comuna de París hasta los bolcheviques. Y ese momento de proceso trajo una gigantesca polarización haciendo crecer a límites no vistos la desigualdad entre los pueblos del planeta. Esa terrible agresión trajo la aparición de nuevas fuerzas que se opusieron a ese proyecto: las revoluciones rusa y china, que junto con la francesa fueron las únicas en plantear una inicial democratización. Tampoco es casual que esas tres grandes revoluciones fueran terminadas con una restauración.

Es que en el pensamiento epocal había triunfado la ideología capitalista expresada en la alienación economicista, que impuso la idea de una “economía pura” como ciencia, separada de sus condicionantes políticos. Así las nuevas revoluciones que pretendieron un proyecto alternativo al capitalismo, quedaron prisioneras de la “economía”. Y generaron un capitalismo sin capitalistas que no pudo democratizar la sociedad en su gestión: única forma de superación del proceso. Se retornó de esta forma al capitalismo con capitalistas. La dialéctica amo-esclavo alienado no pudo ser alterada.

FACTORIA LX
Nada que negociar


Las fuerzas dominantes lo son porque consiguen imponer su lenguaje a sus víctimas.
Samir Amin – egipcio. Profesor de ciencias económicas.


ALGUNOS MITOS (I)

En un famosísimo libro escrito en Zurich en la primavera de 1916, Lenin planteó la tesis que llevaba por título “El imperialismo – fase superior del capitalismo”. Allí realiza un brillante análisis que parte de la guerra hispano-norteamericana de 1898 y la guerra anglo-boer (1899-1902). No obstante, toda la cuestión reside en la definición de “imperialismo”. Y del punto de vista del observador. Como nosotros no miramos desde el Norte, sino desde el Sur de Nuestra América, comprendemos que Lenin no escapó a la visión euro centrista. Creemos en cambio que la rapiña, explotación y genocidio que se efectuaron a partir de 1492 es imperialismo y que esta expansión es indisoluble del sistema capitalista. Así como la polarización social, la represión y la violencia.

Entonces, momentos de proceso de ese imperialismo fueron varios. En el primero, en el marco del capitalismo mercantilista (ver 500 siglos igual de León Gieco y también las versiones de Gieco y Liliana Herrero) fue llevado a cabo un genocidio por las potencias coloniales de la época: España – Francia – Holanda – Portugal. Este genocidio fue legitimado por el discurso epocal de “intelectuales y clero”: había que “cristianizar” a los indios. Que no tenían alma, al igual que las mujeres. Las pocas voces que se opusieron fueron silenciadas.

La llamada revolución norteamericana, que no fue revolución y que sólo tuvo éxito por la decisiva intervención militar francesa; a punto tal que el acuerdo de paz fue firmado en la Corte de París; fue dirigida por propietarios esclavistas que pretendían las ganancias totales de la explotación colonial. El esclavista Washington era el hombre más rico de las colonias. Apenas se estableció la independencia, comenzaron con la “marcha hacia el sur y el oeste” que requería el genocidio de las poblaciones originales. Este inmenso genocidio fue legitimado por el discurso ideológico del exterminio de los infieles según una interpretación sui generis de la Biblia. Incluso violaron los convenios recién firmados con Francia. El especulador y esclavista Andrew Jackson atacó la Louisiana, obligó a su venta, y luego invadió la Florida española en 1818. El pretexto fue “asegurar la defensa de los EU ante la amenaza de los indios seminole”. Luego de destruir los fuertes españoles, “persuadió” a España a vender el territorio y se auto proclamó gobernador de la Florida. Luego sería colocado como “presidente”.

Una elite esclavista y racista con 150 años de experiencia en el poder (en Boston en 1770, el 1% de la población concentraba el 44% de la riqueza), aplastando a negros, criados blancos, blancos pobres, e indios, buscó la expansión a través del genocidio. De 1814 a 1824 esta oligarquía se apoderó prácticamente de Alabama, Florida, Tennessee, Georgia, Mississippi, Kentucky y Carolina del Norte. Jackson fue protagonista principal de esta “hazaña”.

El racismo genocida de los anglosajones se reprodujo en Australia, en Nueva Zelanda y en Tasmania, considerado el genocidio más perfecto de la historia.

El próximo paso era México, que había ganado la guerra revolucionaria contra España en 1821, ya que quedó en posesión de un inmenso territorio que comprendía lo que ahora es Texas, New Mexico, Utah, Nevada, Arizona, California y Colorado.

Así en 1836, a sangre y fuego, Texas fue tomada, gracias al apoyo de EU y se declaró República de la Estrella Solitaria, incluso rompiendo los límites tradicionales y tomando hasta el Río Grande, como primer paso antes de su “incorporación” a la “Unión”.

Y todo esto ocurría muchísimo antes de lo señalado por Lenin. Los racistas de los flamantes EU lanzaron en 1823 la Doctrina Monroe, creada para someter a “América Latina” considerada zona de EU. Inventaron el “panamericanismo” y comenzaron por sabotear a BOLÍVAR, a impedir los intentos de unificación de Nuestra América e incluso intentaron tomar las islas Malvinas en 1831.

MA



09/02/2004

FACTORÍA LIX
Nada que negociar


“Lástima que no sea verdad tanta belleza” – Homero Expósito

ROSTROS

Las teleseries destinadas a exaltar el “american way of life”, hicieron época en los 70 y 80. Las dedicadas a California, primer Estado de la Unión, no mostraban angustias soterradas ni rebeliones, ni el aplastamiento de ghettos como el de Watts, no una sino varias veces, arrasado con los tanques pesados del ejército, sus obuses, sus helicópteros y sus tropas comando. Todo era belleza para captar al medio pelo ignorante. Los autos de los héroes estacionaban en cualquier lugar de Sunset Boulevard, o al lado de cualquier playa, o en cualquier cuadra de Rodeo Drive en la exclusiva Beverly Hills. Todo era fácil y liviano. Pero fuera de la TV nunca había un sitio para estacionar en ningún lado, y menos en la costa y en especial los fines de semana, cuando millones de pobres se volcaban desde el lejano, caluroso, y asfixiante interior hacia las escasas playas estatales. Y en el extremo del condado de Malibu, se apiñaban en una pequeña playita pública mirando desde una alambrada las playas privadas vacías que correspondían a las mansiones playeras.

Los héroes y heroínas de las teleseries dedicadas a exaltar a “las fuerzas de seguridad” del Imperio, tienen rostros reflexivos y comprensivos, o cuerpos que exudan sexualidad. O las de tantos filmes de Hollywood desde An officer and a gentleman a nuestros días. Pero la cara real del típico agente de la CIA es impiadosa, siniestra y sombría. Es la del coronel de marines genocida, estafador y narcotraficante Oliver North, hoy dueño de una compañía de “Seguridad” que estuvo en estrecho contacto con el “empresario” Rodríguez alias “El corcho”, ex socio del también “empresario súbitamente eliminado” Galimberti alias “El loco”.

Esto trae reflexiones puramente locales. La impunidad de bandas ligadas a sectores de la Bonaerense, o la Prefectura, o la Gendarmería, ha sido tanta que han olvidado reglas elementales. No se puede secuestrar cierto tipo de “empresarios”, llamados “duros” por las revistas del Sistema que hacen gala de eufemismos sin límite. Ese tipo de “empresarios” del menemato, no paga rescate, paga con balas y exterminio. Mientras estas cosas suceden hay una real impunidad que no sale en TV; como el asesinato a sangre fría de Javier Barrionuevo –del MTD– en el 2002, y la anunciada ejecución de Sandra Cabrera en Rosario o, para no abundar, el súper baleado Pepe Alveal –también del MTD (igual que Santillán y Kosteki)– al que le vaciaron un ojo.

Y los rostros de los nuevos ocupantes del espacio televisivo local, que son los rostros de antes y de siempre, llevan caretas de puros y de recién llegados de Marte. Igualito que en las teleseries. No nos cabe la menor duda que en esta presentación irreal está la mano de los expertos que manejan la televisión “venezolana” contra Venezuela y que se asentaron aquí. Al mismo tiempo, la crisis del sistema capitalista mundial y su inviabilidad, muestra una aterradora concentración de riqueza y su polo opuesto, siendo el comercio mundial anual (y el 80% es ínter firmas) más de 30 veces menor que el movimiento de “capitales flotantes”.

08/02/2004

FACTORÍA LVIII
Nada que negociar


En el propio territorio de EU ya hay más de 120 bases militares. No se puede hablar más de globalización cuando hay un Imperio que tiene centenares de bases militares en todo el planeta y además impulsa la militarización del planeta y la llamada globalización generada en la década del 70, sólo es el aspecto del movimiento de capitales. Otra mirada es cómo la dirigencia de la gran potencia se ve a sí misma, además de sus actos. Y se ve como Imperio, tal como las dirigencias de otros Imperios se vieron a sí mismas. También podemos observar cómo se ven a sí mismas las dirigencias de cada neo-colonia o factoría y su conjunto de “bienpensantes” que conforman la capa intelectual y militar de cada una de ellas. James Petras en una entrevista radial por FM Tango el 12-11-2002.

LOS INDEFENSOS

Los más influenciables o adictos a la TV son los “perdedores” de la Sociedad Consumista: los pobres, los discapacitados, los jubilados, los desocupados, los marginados, las amas de casa, los niños y los desarraigados en el Imperio. Hace años tuve oportunidad de ver uno de estos últimos casos. Una bella mendocina a quien visité por encargo de una hermana, trabajada indocumentada –en el primer turno– en una maquila textil ubicada en Los Ángeles, compuesta exclusivamente por latinas explotadas, antes que esas maquilas se trasladaran a México, con lo cual la mendocina se convirtió en una desocupada. Pero esta es otra historia. En aquel entonces la llevaba y traía el marido norteamericano otro “perdedor”: un músico de jazz en su época de decadencia y desaparición, avasallada por la música pop de los Ricky Martin, “la vida loca” y la Jenny Lo y todo el cipayaje con centro en Miami. La mendocina se pasaba todo el tiempo libre viendo el canal de televisión latina, con las telenovelas que en Argentina se daban. No sabía inglés, al igual que sus compañeras de explotación. Vivía en la típica casa prefabricada de madera del pobrerío yanqui, y con olor a petróleo, porque atravesando la calle había un campo petrolífero, con las bombas funcionando continuamente con su clásico ruido. En pleno Los Angeles, tal como en el ghetto negro arrasado de Watts. Sus tres hijos rechazaban el idioma materno y pese a sus caras “latinas” se sentían más yanquis que los yanquis. Este es otro fenómeno que se da en todos los inmigrantes latinoamericanos atraídos al Imperio por las series televisivas y las películas, o sea por el irreal paraíso del Consumismo.

Según los estudios realizados en EU, ven más TV los pobres que los ricos, los negros y latinos (los coloreados, como les allá les llaman) que los blancos, y las mujeres más que los hombres. Es decir, todos aquellos que carecen de opciones para su tiempo libre u ocioso.

Así, por ejemplo, en la isla Manhattan de Nueva York, en el llamado “el Barrio”, o Harlem latino compuesto por boricuas o portorriqueños, centroamericanos y chicanos, abundan los televisores de alta resolución, mientras que en las zonas ricas de Manhattan prácticamente no existen.

Es que los latinos o “coloreados” trabajan para pagar el televisor en interminables cuotas, mientras engullen comidas basuras. Y se sumergen en el mundo irreal digitalizado. El medio pelo más pudiente gasta para mantener su estatus social, comiendo sano en restaurantes, cuidando su cuerpito en gimnasios, y comprando ropa de marca… mientras el pobrerío compra marcas truchas, que abundan.

Esta generalidad debe ser matizada. Así, ahora tenemos el ejemplo máximo de las clases altas y el medio pelo enriquecido “escuálido” (así se les llama en la Venezuela Bolivariana a lo que aquí se llamaba “contreras”) que, encerrado en sus countries de lujo, o en sus barrios residenciales compuestos por torres, todos ellos protegidos por ejércitos de policía privada, ligada a estatales, ante la revolución del pobrerío, esa revolución que no fue televisada, una especie de súper 17 de Octubre que inundó Caracas y otras ciudades para reponer al gobierno legítimo del comandante Chávez y derrotó al golpe fascista del empresario Carmona el Breve, apoyado por el Imperio y el Opus Dei, se encerró en sus fortalezas y se puso a mirar TV. Que en las horas de la revolución se dedicó a pasar teleseries norteamericanas y dibujitos animados, con convenientes mensajes subliminales de sangre y asesinatos ligados a la imagen de Chávez.

En este caso histórico se dio la inversa: los ricachos hipnotizados por la TV comiendo hamburguesas de McDonald´s traídas a domicilio, y los pobres haciendo historia. Pero esto forma parte de la perversión ya comentada sobre la inversión de valores en el Imperio y en las factorías: aquí las cadenas de comida basura para el pobrerío de EU se convierten en objeto de lujo para los ricos, instaladas en sitios exclusivos como la Recoleta y Puerto Madero, los nenes ricos se visten como negros pobres de Harlem, y también los miserables de las barriadas del Gran Mendoza – por ejemplo – pasan el día drogándose y dedicados a “deportes” como la tablita con rueditas, que en el Imperio es “deporte” profesional.

Pero estas son las perversiones y degeneraciones del medio pelo cipayo de las factorías.

06/02/2004

FACTORÍA LVII
Nada que negociar

No elegí ningún bando. Pero estoy aquí y ahora mirando al mundo desde el Sur de Nuestra América doliente fragmentada en factorías. MA

LA UNIÓN DE LOS REACCIONARIOS


El 24 de mayo del 2003 sucedió una cumbre no difundida por “los medios”. En el exclusivo y privado Ixtapa Zihuatanejo de México, los dueños de la televisión de México y Venezuela: Carlos Slim y Gustavo Cisneros, reunieron a los empresarios de mayor peso en “América Latina”. Se presentaron al cónclave 34 multimillonarios que llegaron con sus aviones privados. Por la “Argentina” asistieron Carlos Bemberg (grupo Bemberg), Alberto Roemmers (laboratorios farmacéuticos), Federico Braun (importador/exportador) y el play-boy Eduardo Constantini (financiero). El objetivo: impulsar el ALCA desde Río Grande hasta Tierra del Fuego, posicionándose para controlar los medios electrónicos ante la amenaza conjunta de grupos de EU y de la UE. Hubo un “reparto de influencias” y Gustavo Cisneros desembarcó en Argentina. Este es el rol de las llamadas “burguesías nacionales”: su aspiración es tomar parte en la rapiña generalizada, al servicio del Imperio.

Mientras en el campo popular la desunión es notoria y la superestructura “intelectual” que domina iconicamente, se encuentra directamente al servicio de la CIA a través de una serie de “Fundaciones” y “Asociaciones para Libertad de expresión”, como siempre ha sido la historia de la manipulación más totalitaria que ha conocido la historia, puesto que se disfraza de “democracia y libertad” y tanto han repetido que son “un país libre” que el mundo se lo ha creído.

MISIÓN IMPOSIBLE: ES POSIBLE

Ya en julio 1984 Ronald Reagan abolió el límite legal que disponía que no podían programarse más de 16 minutos de publicidad por cada hora de emisión.
No era cuestión únicamente de ganancias, ese poner el espectador al servicio de la TV, sino parte de la banalización de la irrealidad electrónica.
Dentro del mismo formato comunicativo se alternan sin separación asesinatos, bombardeos, propaganda publicitaria, desastres naturales, deportivos y chismes hollywoodenses, con lo cual se logra la construcción de una des-realización de lo real (Furio Colombo).

La CIA y el FBI han sido el terror para la generalidad de la ciudadanía norteamericana. Para no hablar de las policías de condado. De allí que, como parte de la Doctrina de Seguridad Interna para el control de la propia población, hayan surgido como hongos teleseries que tienen como protagonistas a heroicos y sacrificados policías, a integrantes del FBI que parecen sicólogos comprensivos y bondadosos ejerciendo su función utilizando la lógica deductiva propia de las viejas novelas de Agatha Christie. Igualmente con maravillosos y humanos agentes de la CIA. Para ello han vuelto a contar con la fórmula consagrada: la erotización. No es casual que en esas series haya una heroína dotada de espectaculares dotes de sex-appeal. Citemos solamente el caso de la teleserie Alias. Reedición aumentada de la teleserie Nikita. A su vez, una de las teleseries mejor realizada como ER (o emergencias médicas) ha cambiado su irrealidad médica según las necesidades políticas: la desintegración de Yugoslavia iniciada a través de los feroces croatas que empequeñecieron a las SS, motivó la inclusión de un actor croata que pasaba por víctima de “los serbios”. El histerismo motivado por la “agresión bacteriológica” originó “evacuaciones” del mítico hospital. Y la presencia real de médicos cubanos sacrificándose en África, fue compensada con la presencia icónica de algunos de los “héroes” de ER, ocultándose por completo las causas de las luchas tribales y/o civiles, la fragmentación africana y la participación fundamental de ejércitos racistas sudafricanos en ellas.

LOS CINCO “INTELECTUALES”


El diario “La Nación” ya no es más lo que era: expresión de la oligarquía local. Ahora en manos del Grupo Saguier (Opus Dei) se ha convertido en un vocero del State Department. Como tal, escriben en sus páginas lo más granado de la llamada “dictadura militar”, los que ganaron el ascenso a la CNN, y los “intelectuales” que han sido desenmascarados suficientemente por el periodista Marcos Taire (ver Argenpress.info del 30-1-2004). A ese oscuro entramado característico de las operaciones de uno de los departamentos de la CIA nos remitimos. Sólo diremos que varios de los integrantes fueron punta de lanza del delarruato-cavallato y hoy figuran en las filas del lópezmurphismo y el macrismo. Silvina Walger fue la autora de un libro pagado para propaganda electoral, dirigido al medio pelo cipayo. Tan es así que en el Obelisco, De la Rúa gritó su grito de batalla: “¡Se acabó la Pizza con Champán!”.

Entonces nosotros dijimos que ahora venía el Caviar con Champán. Pero fue peor; fue el Sushi con Champán, el portal educativo, la consultora en Miami y los mega negociados que continuaron el menemato.

En cuanto a Sebreli, los críticos no han recordado de su inicio con el grupo Abelardo Ramos cuando ingresó –para sabotear– el PSRN (Partido Socialista de la Revolución Nacional) de Enrique Dickman y Oriente Cavallieri (padre de Armandito el eterno) y era conocido como “la novia” de Spilimbergo. Luego escribió sus librejos, muchas veces objeto de la burla sarcástica de Arturo Jauretche quien ponía al desnudo sus terribles equivocaciones. Luego pasó a ser ferviente menemista y llegó a dar clases de “arte” en la temporada de Punta del Este para los nuevos ricos del menemato, virtuales compradores de ese sitio hoy dominado por la mafia del juego. Así son las cosas en la Factoría.

05/02/2004

FACTORÍA LVI
Nada que Negociar

Aparece, desaparece, sale, se oculta, la manipulación mediática es arte de ilusionista. MA

¡LO VI POR TV!

Hace tiempo ya que los dueños de las cadenas de televisión en EU descubrieron que erotizando los “noticieros”, mediante la inclusión de mujeres con atracción sexual –utilizando el mismo criterio que la elección de “estrellas” de Hollywood– se ganaba audiencia. También hace tiempo que dieron a los “noticieros” el formato de espectáculos de ficción narrativa. Su estructura es la de micro historias con un principio y un final que, necesariamente, deben terminar con una noticia divertida, optimista o con una broma. Lo que se llama el “happy end” o final feliz.

Todo sujeto a un guión pre-establecido, que es mostrado par los intérpretes en una pantalla situada al nivel del objetivo, donde hasta se indica el énfasis en ciertas frases. Estos “lectores” de guiones, pasan por “periodistas”, mientras juguetean con unos papeles y alguna lapicera como parte del escenario. Recordemos los clásicos noticieros del Canal 13, donde la parejita del caso cerraba la micro historia con la desnudez de alguna atractiva modelo y el comentario doble intencionado del hombre. Ese era el final feliz.

El tele espectador se siente omnividente –tal como ante una bola de cristal– aún cuando todo lo que ve ha sido seleccionado y manufacturado por expertos que le hacen ver lo que ellos quieren que vea y de la forma en que quieren que lo vea. Recordemos que hechos de violencia, convenientemente editados o montadas sus tomas, tienen una voz jadeante en off, mientras música fúnebre da la sugestión final. Porque de antiguo los manipuladores conocen que la exhibición de “violencias” es profundamente desmovilizadora.

La técnica es simple, reiterada y efectiva, ante la ausencia de capacidad de pensamiento. Basta con presentar a dos o tres casos (pueden ser falsos o auténticos) repitiendo lo mismo, para formar un pre juicio en el tele espectador en estado de narcosis. Lo hemos visto en la reiteración de los canales controlados por el menemato y por Gustavo Cisneros: en Brasil todos los argentinos son víctimas de robos, estafas, o baleados. Incluso estafas realizadas por agencias de turismo argentinas son presentadas como “estafados en Brasil” y violadores de menores son presentados como “chicos” víctimas de la perversidad de brasileñas de 12/14 años. Si esto sucediera aquí la misma “media” estaría pidiendo la pena de muerte para los “delincuentes” ya no calificados más como “los chicos”. Ni hablar si fueran de otra nacionalidad “no argentina”. La intencionalidad política de los guionistas de noticieros es clara: ni siquiera toleran un acuerdo de dirigencias del MERCOSUR para beneficio empresarial. Están manipulando para la Banca, el pago de Deuda, y el ALCA. Además todo esto quita del aire todo lo que realmente ocurre: ¡Si hasta esta magia para dormidos hizo que “no existiera” la revolución bolivariana!

Utilizando la misma técnica, Crónica TV, mostró a tres argentinos que volvían de Brasil diciendo “no pasa nada”, “está todo bien, es maravilloso”, “nos enteramos por nuestros familiares que estaban preocupados porque decían que en Brasil pasaba de todo en contra de los argentinos”. Incluso hasta se mostró a un argentino baleado que dijo que era algo que había pasado en un “boliche”, tal como pasa todos los días en los “boliches” de Argentina –que se calla– y cuando se curara volvería a Brasil porque es maravilloso para los argentinos. Claro que, como en TV se impone la reiteración y la consonancia de canales “abiertos”, el intento de Crónica TV no trascendió.

Lo racional sería no opinar hasta tanto no tener datos: cantidad de turistas argentinos, cantidad de sucesos delictivos, sus porcentuales, su comparación con años anteriores e incluso el cotejo con la enorme cantidad de robos, arrebatos, estafas y otros delitos que NO se muestran por TV que corresponden a “la costa argentina”, sus porcentuales, su relación con la cantidad de turistas, etc.

Pero el nuevo lumpenaje adaptado, solo dice “¡Lo vi por TV!”, aceptando las más burdas manipulaciones. Son el ignorante pobrerío cipayo del Consumismo. El mismo que durante el menemato votaba por lo que se llamó el “voto-cuota”. Trabajos en negro, contratos basura, y hasta ilegalidades, para “parecer”. Sin educación, sin salud, sin vivienda, sin trabajo digno, cosificados, ignorados, pero con su televisor, su heladera y su “mini-componente” de mucha potencia para hacerse notar entre sus iguales en situación.

Este es el abismo existente entre información y manipulación icónica, que es la promesa “cultural” del Imperio y que algunos incautos toman como “intercambio cultural de la humanidad”.

02/02/2004

FACTORÍA LV
Nada que negociar

Aparece, desaparece, sale, se oculta, la manipulación mediática es arte de ilusionista. MA

Ya en su entrada como imperialismo mundial, EU utilizó el auto atentado (la explosión del acorazado Maine en La Habana) como mecha para encender patriotismos e indignaciones masivas. Pero, antes del “atentado traicionero”, la flota del Pacífico estaba en plena marcha hacia Las Filipinas, para invadir la colonia española, clave para el control asiático. El auto atentado se convertiría en su modus operandi.

El incipiente cine norteamericano, al contrario del francés, fue el primero en incursionar en la propaganda política y bélica. La Biograph Co. fue creada en 1897 por McKinley para propaganda personal. McKinley era un testaferro de la Standard Oil de Rockefeller, que fue colocado como gobernador de Ohio (1891-1896) y tomó la presidencia en marzo de 1897. Su primer pedido al congreso fue de fondos para “ayudar a los residentes americanos en Cuba”, amenazados por los patriotas que ya habían liberado la mitad de la colonia española. La otra compañía fue la Vitagraph, creada en 1898, que rodara su primer película en New York titulada “Destrozando la bandera española” el mismo día de la iniciación de hostilidades. Luego siguió realizando películas de propaganda bélica, presentadas como “noticieros”. En New Jersey se filmaron de antemano, planos generales mostrando cargas de caballería de un puñado de marines a caballo, poniendo en fuga a grandes contingentes de extras que hacían de “españoles”, junto con miniaturas de barquitos hundiendo a otros. Así fue famosa la película realizada en una bañera de un baño de Chicago, titulada “La batalla naval de Santiago”. Como esta batalla naval en Cuba fue nocturna, los realizadores dijeron que habían usado una película sensible a la luz lunar y un teleobjetivo a 10 kms de distancia. Las masas se lo creyeron. Eran masas analfabetas e ignorantes que gritaban con entusiasmo. Pero eran masas en ascenso social y económico.

Décadas después la misma “ingenuidad” seguiría existiendo en masas de lúmpenes amaestrados, que no están en ascenso social ni económico sino, por el contrario, en creciente marginación y adaptación involutiva dotadas de un analfabetismo funcional creado por adoctrinación masiva.

Cuando el cine comenzó a crearse un lenguaje (pasando del plano general a los diversos planos) construyéndose la obra cinematográfica mediante el montaje, las audiencias estallaron en alaridos de espanto al ver a sus héroes con la cabeza cortada, o el torso cortado, o el primerísimo plano de una de sus manos. Pronto se acostumbraron a ese nuevo lenguaje asimilando el contenido, olvidada la forma, tal como hoy día se acepta y se toma por real la inclusión cada vez mayor de irrealidades digitales que se convierten en la esencia misma del relato.

La paradoja es que Hollywood, la fábrica de sueños o mentiras, estuvo controlada desde su expansión por dos ultra minorías: un puñado de judíos en asociación con el alto clero católico en un país de protestantes. Y esta asociación inventó la imagen de un Jesús ARIO: blanco, rubio y de ojos azules…

El hecho tenía que ver con la creación del Estado Vaticano por el muy admirado Duce, el líder fascista Benito Mussolini, que gozaba de las simpatías de la oligarquía de las 100 familias controladoras de EU.

Posteriormente marcó rumbos un civil ligado al Vaticano, de nombre Hays, quien formuló lo que se dio a conocer como el código Hays. Pero lo que se siempre se calló es la ligazón entre el gobierno federal y esa fábrica de sueños: hasta los guiones e incluso frases eran ordenados por los servicios secretos, aún antes de la existencia de la CIA y sus colaterales.

Hollywood creó películas en función de las necesidades de manipulación coyuntural para los intereses políticos internacionales de la Nación. Las volteretas estuvieron a la orden del día, contando con lo que ya no puede llamarse ingenuidad de las masas, sino la pérdida total de la capacidad de pensamiento, donde la relación entre datos –memoria– el cotejo y la conclusión ya no existen. Así, una serie de películas anticomunistas desatadas en particular luego del pacto Hitler-Stalin, fueron de golpe suplantadas por otra serie donde se mostraba a un pueblito soviético, con sus autoridades del partido y sus bailes de fin de semana, como una copia de un pueblito norteamericano con sus “fuerzas vivas” y la misma moralina. Una de ellas fue La Estrella Sureña, que mostraba la idílica sociedad (Dana Andrews, un actor de moda, era su estrella, si la memoria no nos falla) que traicioneramente era atacada por “nazis” que entraban ametrallando gente como una horda de locos. El final feliz mostraba a los pacíficos comisarios poniéndose al frente de los indignados ciudadanos que a su vez ametrallaban a la horda criminal.

Pero había constantes que tenían que ver con la dominación cultural mundial. Hollywood se potenció al conseguir la tecnología un nuevo soporte de manipulación: la televisión. Ya no solo las películas, sino las telenovelas y los canales de “historia” y de “entretenimiento” servirían para imponer los valores de una sociedad ficticia. La CIA controló no sólo guiones, sino la repetición de determinados eslóganes en todos ellos. Una frase famosa -entre muchas- millones de veces fue repetida por millones de personajes distintos en distintas circunstancias: “este es un país libre”. Otras se refieren al moldeamiento de un tipo de darwinismo social: el calificativo de “perdedor”, como insulto, opuesto al concepto de “ganador”. Y la gente en la calle, repitió aquello de “estamos en un país libre, ¿no?” para justificar cualquier cosa, y lo de “perdedores y ganadores” se hizo ideología.

Y hoy, como ayer, el nuevo ignorante lúmpen dice como broche final: “¡Lo vi por la TV!”

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