15/05/2003
FACTORIA XXIII
Por Marcelo Ambrosoni
15 de mayo de 2003
NADA QUE NEGOCIAR
A Stella Calloni
La basura se fue. Pero quedó el basural.
La prensa regimentada, de “izquierdas y derechas" de espaldas al país, coincidió.
“Intelectuales progresistas”, hicieron acrobacias con palabrejas, para seguir manteniendo la etiqueta y a la vez lamer el trasero del nuevo elegido por las “fuerzas vivas” de quien sabe dónde.
Artistas y periodistas populares que anunciaron su participación en un acto en defensa de la pequeña isla caribeña en trance de ser pulverizada; pero que no fueron por “compromisos profesionales”; no los tuvieron para ir corriendo a saludar a la “nueva primera dama”.
Servidores de Fundaciones pantalla se apresuraron para colocar en “la agenda”, nuevos sistemas informáticos de votación.
Mientras directivos de grandes corporaciones, decían sin vueltas que “Es importante que (Kirchner) entienda que tiene que parecerse lo más posible a Lula y lo menos posible a Chávez”; el conjunto empresarial coincidía en decir que igual pasó con Felipe González: primero un poco de aprensión y luego satisfactoria “política de mercado”.
Los arrastrados de siempre (intelectuales, artistas, cineastas, periodistas, CTA, etc.) con años de oportunismo encima se apresuraban a sacar solicitadas de total apoyo a Kirchner y al motonauta Scioli (marcianos recién aterrizados) como representantes de “LA IDENTIDAD NACIONAL Y LA DIGNIDAD DE LOS ARGENTINOS”.
Los más, sólo hablaron del patético pequeñín que en un grotesco mediático del 17 de octubre de 1945 salió dos veces a la ventanita del Hotel Presidente para agitar sus bracitos a una patota rejuntada del Mercado Central o de una barra brava, que en número de 200 lo aclamaba. Y como conclusión dieron el equivalente de “muerto el perro se acabó la rabia”.
Con falsa agudeza osaron decir que el menemismo fue la continuación de la dictadura militar por otros medios, como si no lo hubiera sido el alfonsinismo y ahora este guiso de diversas sobras recogidas en las basuras de distintos restaurantes.
Los más, desde sus columnas de diarios progresistas y desde los shows televisivos de divos y divas de “la dictadura militar” proclamaron que el miserable mal perdedor y cobarde, puso en peligro y dañó las instituciones de la república y el ejercicio de las libertades democráticas, como si en la factoría hubiera república e instituciones.
Otros hablaron del fin del menemismo, cuando el menemismo no es una posición política sino una posición existencial: la del consumismo a ultranza y que sólo es la traducción local del cipayaje alimentado a colas y a fast food, carente de toda identidad nacional y de amor por su terruño y que aspira a vivir ilusoriamente en el sin sentido hollywoodense.
Es decir, se trata del eterno medio pelo local alienado, deshumanizado e indoctrinado por series televisivas.
Lo obvio no se quiere ver, no se puede ver, o se oculta. La continuidad está dada por IL CONSIGLIERE (el consejero de la Familia) en economía, quien con sus políticas de ajuste, caída salarial, recortes sociales y de obras públicas, crecimiento de la deuda externa para ganancia de la banca, etc. generó más desocupados, pobres e indigentes en un solo año que Menem en tres. En la factoría hace rato que no hay ninguna democracia, sí decretos de necesidad y urgencia, miembros de la Familia en el congreso y el funcionariato que nadie nunca elige y que ejecuta las políticas imperiales.
La única periodista que vio y escribió en la misma noche del 13 sobre lo obvio –luego de pronunciar un claro y vibrante discurso en la Universidad de Madres– fue STELLA CALLONI, corresponsal de La Jornada (México): “muy pocos analizan el papel cumplido por Washington. Fue obvio que cuando algunos medios importantes de EU hablan de la gran corrupción de Menem, después que en los años de esa administración corrupta lo apoyaron, el mensaje estaba claro”. Y luego añadía que EU necesitaba “otra figura con la misma ideología pero más prolija” como López el Murphy, “al que lanzaron al ruedo los sectores del establishment con una poderosa campaña en la que el ex ministro (de De la Rúa) y ex funcionario de la dictadura (militar-cívica) APARECIÓ COMO UN POLÍTICO RECIÉN SURGIDO”.
Esa tremenda campaña mediática posibilitó que el medio pelo producido por la factoría colonial, tomara como “nuevo” y “honesto” a un “perdedor” –como dicen los imperiales- demostrando que con la manipulación machacante son manejados como lo han sido en Venezuela.
Los desamparados de la tierra son los olvidados. Y los sin voz.
No salió en los multimedios locales ocupados con el chiquitín megamillonario: Otro conjunto de latinoamericanos moría asfixiado en la caja de un camión dejado en una localidad de Texas.
Los multimedios hablan de “balseros” fugados de la isla de la dignidad y callan los centenares de muertos latinoamericanos que atraviesan diariamente la larga frontera para escapar de sus miserias, cargando sus subjetividades de esclavos para todo uso.
Lo obvio no se quiere ver, no se puede ver por azonzado, o se oculta por avivado.
MA 15-5-2003
Por Marcelo Ambrosoni
15 de mayo de 2003
NADA QUE NEGOCIAR
A Stella Calloni
La basura se fue. Pero quedó el basural.
La prensa regimentada, de “izquierdas y derechas" de espaldas al país, coincidió.
“Intelectuales progresistas”, hicieron acrobacias con palabrejas, para seguir manteniendo la etiqueta y a la vez lamer el trasero del nuevo elegido por las “fuerzas vivas” de quien sabe dónde.
Artistas y periodistas populares que anunciaron su participación en un acto en defensa de la pequeña isla caribeña en trance de ser pulverizada; pero que no fueron por “compromisos profesionales”; no los tuvieron para ir corriendo a saludar a la “nueva primera dama”.
Servidores de Fundaciones pantalla se apresuraron para colocar en “la agenda”, nuevos sistemas informáticos de votación.
Mientras directivos de grandes corporaciones, decían sin vueltas que “Es importante que (Kirchner) entienda que tiene que parecerse lo más posible a Lula y lo menos posible a Chávez”; el conjunto empresarial coincidía en decir que igual pasó con Felipe González: primero un poco de aprensión y luego satisfactoria “política de mercado”.
Los arrastrados de siempre (intelectuales, artistas, cineastas, periodistas, CTA, etc.) con años de oportunismo encima se apresuraban a sacar solicitadas de total apoyo a Kirchner y al motonauta Scioli (marcianos recién aterrizados) como representantes de “LA IDENTIDAD NACIONAL Y LA DIGNIDAD DE LOS ARGENTINOS”.
Los más, sólo hablaron del patético pequeñín que en un grotesco mediático del 17 de octubre de 1945 salió dos veces a la ventanita del Hotel Presidente para agitar sus bracitos a una patota rejuntada del Mercado Central o de una barra brava, que en número de 200 lo aclamaba. Y como conclusión dieron el equivalente de “muerto el perro se acabó la rabia”.
Con falsa agudeza osaron decir que el menemismo fue la continuación de la dictadura militar por otros medios, como si no lo hubiera sido el alfonsinismo y ahora este guiso de diversas sobras recogidas en las basuras de distintos restaurantes.
Los más, desde sus columnas de diarios progresistas y desde los shows televisivos de divos y divas de “la dictadura militar” proclamaron que el miserable mal perdedor y cobarde, puso en peligro y dañó las instituciones de la república y el ejercicio de las libertades democráticas, como si en la factoría hubiera república e instituciones.
Otros hablaron del fin del menemismo, cuando el menemismo no es una posición política sino una posición existencial: la del consumismo a ultranza y que sólo es la traducción local del cipayaje alimentado a colas y a fast food, carente de toda identidad nacional y de amor por su terruño y que aspira a vivir ilusoriamente en el sin sentido hollywoodense.
Es decir, se trata del eterno medio pelo local alienado, deshumanizado e indoctrinado por series televisivas.
Lo obvio no se quiere ver, no se puede ver, o se oculta. La continuidad está dada por IL CONSIGLIERE (el consejero de la Familia) en economía, quien con sus políticas de ajuste, caída salarial, recortes sociales y de obras públicas, crecimiento de la deuda externa para ganancia de la banca, etc. generó más desocupados, pobres e indigentes en un solo año que Menem en tres. En la factoría hace rato que no hay ninguna democracia, sí decretos de necesidad y urgencia, miembros de la Familia en el congreso y el funcionariato que nadie nunca elige y que ejecuta las políticas imperiales.
La única periodista que vio y escribió en la misma noche del 13 sobre lo obvio –luego de pronunciar un claro y vibrante discurso en la Universidad de Madres– fue STELLA CALLONI, corresponsal de La Jornada (México): “muy pocos analizan el papel cumplido por Washington. Fue obvio que cuando algunos medios importantes de EU hablan de la gran corrupción de Menem, después que en los años de esa administración corrupta lo apoyaron, el mensaje estaba claro”. Y luego añadía que EU necesitaba “otra figura con la misma ideología pero más prolija” como López el Murphy, “al que lanzaron al ruedo los sectores del establishment con una poderosa campaña en la que el ex ministro (de De la Rúa) y ex funcionario de la dictadura (militar-cívica) APARECIÓ COMO UN POLÍTICO RECIÉN SURGIDO”.
Esa tremenda campaña mediática posibilitó que el medio pelo producido por la factoría colonial, tomara como “nuevo” y “honesto” a un “perdedor” –como dicen los imperiales- demostrando que con la manipulación machacante son manejados como lo han sido en Venezuela.
Los desamparados de la tierra son los olvidados. Y los sin voz.
No salió en los multimedios locales ocupados con el chiquitín megamillonario: Otro conjunto de latinoamericanos moría asfixiado en la caja de un camión dejado en una localidad de Texas.
Los multimedios hablan de “balseros” fugados de la isla de la dignidad y callan los centenares de muertos latinoamericanos que atraviesan diariamente la larga frontera para escapar de sus miserias, cargando sus subjetividades de esclavos para todo uso.
Lo obvio no se quiere ver, no se puede ver por azonzado, o se oculta por avivado.
MA 15-5-2003
13/05/2003
FACTORIA XXII
Por Marcelo Ambrosoni
12 de mayo de 2003
NADA QUE NEGOCIAR
“... descubrimos que el coloniaje económico se asienta sobre el coloniaje cultural. Descubrimos que ambos coloniajes se apuntalan y conforman recíprocamente. El coloniaje económico daba los puntos de apoyo al cultural y éste, a su vez, era la forma de penetración y estabilización de aquél”... “Los primitivos conquistadores cambiaban a los indígenas el oro puro de sus montañas y sus ríos, por los abalorios de cristal; lo mismo hacen los modernos conquistadores, sólo que los abalorios de cristal están constituidos ahora por doctrinas y teorizaciones”... a nuestro Ejército... el que le vende los cañones le hace la cabeza”. Arturo Jauretche – FORJA. (*)
LA MORALINA PURISTA Y LOS MOMENTOS DE RUPTURA
El destino de factoría de la Argentina tuvo dos momentos de ruptura posibilitados por las llamadas “Guerras Mundiales” inter-imperialistas.
Irrumpieron contingentes humanos sepultados que iniciaron un cambio, cambio luego frustrado. Esas masas que brotaron del silencio fueron el yrigoyenismo y el peronismo. El segundo tuvo más fuerza y logró lo que el primero no pudo. Más allá de las diferencias nos interesa destacar lo que tuvieron de común: EL MOVIMIENTO: la expresión de la Argentina callada. Movimiento que era la manifestación de una LUCHA GENERACIONAL.
No existe caso en la historia en el cual una revolución trascendente haya sido “creada” por un partido. Siempre han sido movimientos masivos y polifacéticos y la dinámica del proceso inevitablemente estuvo signada por luchas internas dentro del poder. Y concomitantemente por agresiones externas.
Una revolución humanista por tanto, revolución de revoluciones, revolución única y triple, se encuentra en dialéctica negadora con partidos de moralistas de verdades convertidas en abstracciones. Y las verdades abstractas no interesan. Sólo es operativa la verdad concreta de un momento y un lugar. Además la verdad abstracta deviene falsedad.
Puede ocurrir que doctrinas nacidas de existenciales experiencias degeneren en ideologías. Ideologías de un pretendido purismo de la suprema perfección que está en la divagatoria nebulosa de los súper revolucionarios incontaminados por las suciedades y violencias del mundo real. Que les pasará por encima.
En la práctica social los puristas tienden a ser “humanitaristas y asistencialistas”. Igual que los fundamentalistas de derecha.
No confundamos planos del concepto “movimiento”. Nosotros hablamos de los movimientos mayoritarios que son los que cambian el curso histórico.
En 1945 en Argentina se formó un movimiento que barrió con las formas del partidismo político existente y que –de izquierda a derecha– conformaba la Argentina factoría del momento. Eso fue el 17 de octubre de 1945. (2)
En el 2003, a partir de la ofensiva imperial contra el Tercer Mundo, y la claudicación absoluta y total de las “dirigencias tradicionales” –y el fracaso de las ‘alternativas’ en construir un movimiento– estamos en un tercer momento de ruptura. (3)
¿Se ha estudiado, comprendido, aprehendido, el significado de la elección del 27 de abril del 2003?
¿O se está en la vorágine “electoralista” repitiendo accionares por inercia?
¿O se cree que el proceso de disgregación general no afecta a los puristas principistas?
¿O que la irracionalidad y violencias del medio resbalan por las depuradas conciencias de los principistas abstractos?
Que Juan / a Nadie se deba enfrentar con las opciones de la factoría: Menem-Kirchner (para presidencia de la factoría) o Ibarra-Macri (para la “presidencia” o jefatura de la rica / pobre y goliática ciudad de Buenos Aires) ¿No dice nada? (4)
Hay momentos que requieren del replegarse sobre sí mismo para encontrar el rumbo. Comenzamos las Factorías mirando hacia fuera y llegamos a esta mirando hacia adentro. Adentro vivimos nuestro silencio y vimos que era el silencio de todos. Adentro vivimos nuestra voz silenciada que era la misma que el enorme silencio de las multitudes.
Y esto, expresado de distinta manera, en realidad tiene todo que ver con aquel mensaje que decía que no hablaba de liberación, sino de movimiento, de proceso. Que hablaba de la evolución de las cosas, del forzamiento hacia un fin, del no oponerse a una gran fuerza y luego del resuelto avance, de marchas en conjunto y no aisladas, etc. Y tiene que ver con la descontextualización que también suele hacerse sobre aquellos principios de vida, al citarlos aisladamente según conveniencias. Y no advertir que Uno es Todo y Todo es Uno. (5)
MA – 10 de mayo de 2003
Notas:
(1) FORJA fue un movimiento de resistencia yrigoyenista durante la llamada “década infame” en la Argentina, iniciada en 1930 y finalizada hacia 1944. Actualmente se vive una segunda década infame iniciada en 1989 y que aún no ha finalizado.
(2) En esa fecha la movilización popular arrasó con todas las estructuras del sistema y creó a Perón como referente de un nuevo Movimiento.
(3) En el primer momento de ruptura el Yrigoyenismo barrió con los partidos “tradicionales”. En el segundo se repitió el fenómeno, a otro nivel. En este tercero, estamos viviendo la extinción de los residuos del radicalismo anti-yrigoyenista y del peronismo. Y el pueblo en su conjunto que no tiene expresión.
(4) Juana y Juan Nadie son las mujeres y hombres anónimos que son los gestadores de historias. Menem y Kirchner son expresiones residuales de lo que fuera el PRI argentino. Ibarra es el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, residuo del “partido mediático” Frepaso –admirador de Tony Blair y su “tercera vía” propagandística– que que fuera el responsable, con la UCR, del engendro denominado Alian$a que originó la pueblada de diciembre del 2001. Macri es el exponente de un grupo financiero local, representante de la llamada “patria contratista” y ligado a grupos de Chicago y Miami.
(5) Se refiere al libro La Mirada Interna de Silo y a sus principios expresados en el capítulo XIII.
Por Marcelo Ambrosoni
12 de mayo de 2003
NADA QUE NEGOCIAR
“... descubrimos que el coloniaje económico se asienta sobre el coloniaje cultural. Descubrimos que ambos coloniajes se apuntalan y conforman recíprocamente. El coloniaje económico daba los puntos de apoyo al cultural y éste, a su vez, era la forma de penetración y estabilización de aquél”... “Los primitivos conquistadores cambiaban a los indígenas el oro puro de sus montañas y sus ríos, por los abalorios de cristal; lo mismo hacen los modernos conquistadores, sólo que los abalorios de cristal están constituidos ahora por doctrinas y teorizaciones”... a nuestro Ejército... el que le vende los cañones le hace la cabeza”. Arturo Jauretche – FORJA. (*)
LA MORALINA PURISTA Y LOS MOMENTOS DE RUPTURA
El destino de factoría de la Argentina tuvo dos momentos de ruptura posibilitados por las llamadas “Guerras Mundiales” inter-imperialistas.
Irrumpieron contingentes humanos sepultados que iniciaron un cambio, cambio luego frustrado. Esas masas que brotaron del silencio fueron el yrigoyenismo y el peronismo. El segundo tuvo más fuerza y logró lo que el primero no pudo. Más allá de las diferencias nos interesa destacar lo que tuvieron de común: EL MOVIMIENTO: la expresión de la Argentina callada. Movimiento que era la manifestación de una LUCHA GENERACIONAL.
No existe caso en la historia en el cual una revolución trascendente haya sido “creada” por un partido. Siempre han sido movimientos masivos y polifacéticos y la dinámica del proceso inevitablemente estuvo signada por luchas internas dentro del poder. Y concomitantemente por agresiones externas.
Una revolución humanista por tanto, revolución de revoluciones, revolución única y triple, se encuentra en dialéctica negadora con partidos de moralistas de verdades convertidas en abstracciones. Y las verdades abstractas no interesan. Sólo es operativa la verdad concreta de un momento y un lugar. Además la verdad abstracta deviene falsedad.
Puede ocurrir que doctrinas nacidas de existenciales experiencias degeneren en ideologías. Ideologías de un pretendido purismo de la suprema perfección que está en la divagatoria nebulosa de los súper revolucionarios incontaminados por las suciedades y violencias del mundo real. Que les pasará por encima.
En la práctica social los puristas tienden a ser “humanitaristas y asistencialistas”. Igual que los fundamentalistas de derecha.
No confundamos planos del concepto “movimiento”. Nosotros hablamos de los movimientos mayoritarios que son los que cambian el curso histórico.
En 1945 en Argentina se formó un movimiento que barrió con las formas del partidismo político existente y que –de izquierda a derecha– conformaba la Argentina factoría del momento. Eso fue el 17 de octubre de 1945. (2)
En el 2003, a partir de la ofensiva imperial contra el Tercer Mundo, y la claudicación absoluta y total de las “dirigencias tradicionales” –y el fracaso de las ‘alternativas’ en construir un movimiento– estamos en un tercer momento de ruptura. (3)
¿Se ha estudiado, comprendido, aprehendido, el significado de la elección del 27 de abril del 2003?
¿O se está en la vorágine “electoralista” repitiendo accionares por inercia?
¿O se cree que el proceso de disgregación general no afecta a los puristas principistas?
¿O que la irracionalidad y violencias del medio resbalan por las depuradas conciencias de los principistas abstractos?
Que Juan / a Nadie se deba enfrentar con las opciones de la factoría: Menem-Kirchner (para presidencia de la factoría) o Ibarra-Macri (para la “presidencia” o jefatura de la rica / pobre y goliática ciudad de Buenos Aires) ¿No dice nada? (4)
Hay momentos que requieren del replegarse sobre sí mismo para encontrar el rumbo. Comenzamos las Factorías mirando hacia fuera y llegamos a esta mirando hacia adentro. Adentro vivimos nuestro silencio y vimos que era el silencio de todos. Adentro vivimos nuestra voz silenciada que era la misma que el enorme silencio de las multitudes.
Y esto, expresado de distinta manera, en realidad tiene todo que ver con aquel mensaje que decía que no hablaba de liberación, sino de movimiento, de proceso. Que hablaba de la evolución de las cosas, del forzamiento hacia un fin, del no oponerse a una gran fuerza y luego del resuelto avance, de marchas en conjunto y no aisladas, etc. Y tiene que ver con la descontextualización que también suele hacerse sobre aquellos principios de vida, al citarlos aisladamente según conveniencias. Y no advertir que Uno es Todo y Todo es Uno. (5)
MA – 10 de mayo de 2003
Notas:
(1) FORJA fue un movimiento de resistencia yrigoyenista durante la llamada “década infame” en la Argentina, iniciada en 1930 y finalizada hacia 1944. Actualmente se vive una segunda década infame iniciada en 1989 y que aún no ha finalizado.
(2) En esa fecha la movilización popular arrasó con todas las estructuras del sistema y creó a Perón como referente de un nuevo Movimiento.
(3) En el primer momento de ruptura el Yrigoyenismo barrió con los partidos “tradicionales”. En el segundo se repitió el fenómeno, a otro nivel. En este tercero, estamos viviendo la extinción de los residuos del radicalismo anti-yrigoyenista y del peronismo. Y el pueblo en su conjunto que no tiene expresión.
(4) Juana y Juan Nadie son las mujeres y hombres anónimos que son los gestadores de historias. Menem y Kirchner son expresiones residuales de lo que fuera el PRI argentino. Ibarra es el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, residuo del “partido mediático” Frepaso –admirador de Tony Blair y su “tercera vía” propagandística– que que fuera el responsable, con la UCR, del engendro denominado Alian$a que originó la pueblada de diciembre del 2001. Macri es el exponente de un grupo financiero local, representante de la llamada “patria contratista” y ligado a grupos de Chicago y Miami.
(5) Se refiere al libro La Mirada Interna de Silo y a sus principios expresados en el capítulo XIII.
08/05/2003
FACTORIA XXI
Por Marcelo Ambrosoni
8 de mayo de 2003
NADA QUE NEGOCIAR
“No hay colonia si no hay voluntad de coloniaje”
José María Rosa, historiador argentino.
La voluntad de coloniaje deviene de intereses espurios (agentes pagos del imperialismo, que se disfrazan de “oposición democrática”, negocios para algunos a costa del país) y de una mayoría de indoctrinados gracias a la “industria de la cultura de los EU”: la televisión, la musiquita pop, los reality shows, los video-clips, las teleseries, las películas y el “divertimento”. Todo ello basado previamente en la ignorancia planificada cuya punta de lanza son las escuelitas donde maestras y maestritas dan educación colonialista a través de planes de estudio creados en agencias de acción psicológica. Todo está planificado. Y ese dominio de la subjetividad es el fundamento de toda colonia y factoría. Por supuesto al margen de este sector indoctrinado se encuentra la población “descartable”: los pobres que no tienen ni educación, ni comida, ni salud, ni nada y que son objeto del cotidiano genocidio silencioso (y de las ejecuciones preventivas policiales).
Insistimos. El catedrático Gunder Frank, de la Uni de Nebraska, dice que el poderío norteamericano se basa en dos frágiles pilares. El militar (único en la historia, que supera el total de las 12 potencias siguientes) y el dólar que lo sustenta. Ese papelito verdoso emitido sin cesar y sin costo (la impresión y distribución le salen de arriba) que exporta inflación e inunda el planeta. Con el papelito compra la producción mundial a precios deprimidos y recibe de vuelta los dólares del exterior. Sostiene que lo que se ha callado en el genocidio iraquí ha sido el desplazamiento del dólar por el euro, algo que ha precipitado los acontecimientos. Le adiciona un tercer pilar: la ideología alimentada por vías gubernamentales, educacionales y mediáticas.
Para nuestro mirar, el pilar ideológico o control de la subjetividad social es el que sostiene al papelito fetiche, sin el cual caería la estantería militar, y es el que impone la mentalidad de factoría. Y es por tanto el sostenedor primario del complejo militar-industrial.
¿Y que es lo que enfrentamos?.
Verdad es lo que sostiene Apolinar Díaz-Callejas miembro actual de la Comisión Andina de Juristas, que recuerda lo que dijera el Ministro de Trabajo de Clinton, otro Reich (Robert B.): “Estamos pasando por una transformación que modificará el sentido de la política y la economía en el siglo venidero (el XXI). No existirán productos ni tecnologías nacionales, ni siquiera industrias nacionales... lo único que persistirá dentro de las fronteras nacionales será la población que compone el país.. los menos competentes quedarán relegados a un más bajo nivel de vida... aquellos individuos que estén en mejores condiciones de prosperar en el mercado mundial serán inducidos a librarse de las trabas de la adhesión nacional”
Y el jurista sintetiza: “Desaparecerán las naciones, menos EU. Es el mundo que ofrece Bush después de Irak. Sólo que él ignora que la historia la hacen los pueblos. Todos los pueblos. Incluido el estadounidense.” Es decir, habrá un Estado y el resto serán factorías.
¿Lo tienen todos en claro? ¿Tienen las fuerzas opositoras la necesaria formación política?
Decía bien Arturo Jauretche: “en el ABC (de la política) está lo económico y sobre todo lo económico imperial. Si no se sabe nada de esto, se corre el peligro de formar un patriota que corre para el lado de los tomates y sale sirviendo a los sin-patria, porque no sabe qué diferencia hay entre patriotismo y cipayería”.
Estamos en la misma situación que en la década infame antes que se produjera la revolución social y económica del peronismo en el 46.
Las grandes masas se encuentran sin voz. Y nadie ha sido capaz de expresarlas.
Los multimedios autodenominados “informativos” y “bastiones de la libertad de prensa”, han cuidadosamente ocultado que el primer puesto de la votación del 27-4 le corresponde por lejos a los que se abstuvieron -por indiferencia, por no querer, por no poder- con la cantidad de más de 5.700.000, lejos del segundo que fue Menem con 4.686.000 votos. Y si sumamos blanco+anulados+impugnados (el voto bronca) la cifra ronda los 6.500.000. De modo que si el voto espanto diluyó ese 51% de “indiferentes” o activos rechazantes de la farsa electoral, más de un 25% sigue en esa tesitura. Sin contar los totalmente marginados y excluidos que ni siquiera figuran en el padrón.
Generalizando, la oposición “real” al sistema -que concurrió a comicios- apenas suma medio millón de votos. No alcanza a ser “masa crítica”. Esa es la cuestión.
De allí estimamos entonces, el fracaso en el discurso de quienes aspiraban a ser la voz de los pobres y los explotados argentinos. El camino no está en contabilizar cuántas breves entrevistas ciertos medios se dignaron conceder. Ni en perseverar por aumentarlas. Tampoco hablar más contra “los políticos”, que de eso se ha encargado la cipayería. Hay que decir en cambio que hay que hacer verdadera política nacional y liberadora y que los políticos profesionales hacen politiquería, que es muy otra cosa. Y dentro de la demagogia politiquera se encuentra el ataque a “los políticos”.
Si cada uno de cien mil “duros” (estuviera esclarecido y no pretendiera ser “la supervanguardia del purismo abstracto”) pudiera hablar y convencer a 10... ese es el rumbo. Pero para ello hay que hacer un análisis profundo de la porción más pequeña en que se divide el llamado “padrón ciudadano”. Que los buenos edificios comienzan por tener sólidos basamentos. La difusión mediática es lo contrario de lo sólido.
Se verá cuál es la porción más pequeña que mejor anduvo. Y la peor. Y se analizará por qué. Se comprobará muy especialmente la división por género. (por ejemplo, tenemos la intuición que la mayoría de votantes del fascista Murphy el López son mujeres). Sin esto no hay política en serio. Deberá repartirse el discurso. Alguien deberá hablar de la situación mundial -porque esto es ineludible y Cuba es una divisoria de aguas- y alguien de los problemas que corresponden a lo municipal de cada lugar (barrio o pueblo).
El camino es largo, pero esa -creemos- es la forma de comenzar a recorrerlo.
MA - 2 de Mayo de 2003
Por Marcelo Ambrosoni
8 de mayo de 2003
NADA QUE NEGOCIAR
“No hay colonia si no hay voluntad de coloniaje”
José María Rosa, historiador argentino.
La voluntad de coloniaje deviene de intereses espurios (agentes pagos del imperialismo, que se disfrazan de “oposición democrática”, negocios para algunos a costa del país) y de una mayoría de indoctrinados gracias a la “industria de la cultura de los EU”: la televisión, la musiquita pop, los reality shows, los video-clips, las teleseries, las películas y el “divertimento”. Todo ello basado previamente en la ignorancia planificada cuya punta de lanza son las escuelitas donde maestras y maestritas dan educación colonialista a través de planes de estudio creados en agencias de acción psicológica. Todo está planificado. Y ese dominio de la subjetividad es el fundamento de toda colonia y factoría. Por supuesto al margen de este sector indoctrinado se encuentra la población “descartable”: los pobres que no tienen ni educación, ni comida, ni salud, ni nada y que son objeto del cotidiano genocidio silencioso (y de las ejecuciones preventivas policiales).
Insistimos. El catedrático Gunder Frank, de la Uni de Nebraska, dice que el poderío norteamericano se basa en dos frágiles pilares. El militar (único en la historia, que supera el total de las 12 potencias siguientes) y el dólar que lo sustenta. Ese papelito verdoso emitido sin cesar y sin costo (la impresión y distribución le salen de arriba) que exporta inflación e inunda el planeta. Con el papelito compra la producción mundial a precios deprimidos y recibe de vuelta los dólares del exterior. Sostiene que lo que se ha callado en el genocidio iraquí ha sido el desplazamiento del dólar por el euro, algo que ha precipitado los acontecimientos. Le adiciona un tercer pilar: la ideología alimentada por vías gubernamentales, educacionales y mediáticas.
Para nuestro mirar, el pilar ideológico o control de la subjetividad social es el que sostiene al papelito fetiche, sin el cual caería la estantería militar, y es el que impone la mentalidad de factoría. Y es por tanto el sostenedor primario del complejo militar-industrial.
¿Y que es lo que enfrentamos?.
Verdad es lo que sostiene Apolinar Díaz-Callejas miembro actual de la Comisión Andina de Juristas, que recuerda lo que dijera el Ministro de Trabajo de Clinton, otro Reich (Robert B.): “Estamos pasando por una transformación que modificará el sentido de la política y la economía en el siglo venidero (el XXI). No existirán productos ni tecnologías nacionales, ni siquiera industrias nacionales... lo único que persistirá dentro de las fronteras nacionales será la población que compone el país.. los menos competentes quedarán relegados a un más bajo nivel de vida... aquellos individuos que estén en mejores condiciones de prosperar en el mercado mundial serán inducidos a librarse de las trabas de la adhesión nacional”
Y el jurista sintetiza: “Desaparecerán las naciones, menos EU. Es el mundo que ofrece Bush después de Irak. Sólo que él ignora que la historia la hacen los pueblos. Todos los pueblos. Incluido el estadounidense.” Es decir, habrá un Estado y el resto serán factorías.
¿Lo tienen todos en claro? ¿Tienen las fuerzas opositoras la necesaria formación política?
Decía bien Arturo Jauretche: “en el ABC (de la política) está lo económico y sobre todo lo económico imperial. Si no se sabe nada de esto, se corre el peligro de formar un patriota que corre para el lado de los tomates y sale sirviendo a los sin-patria, porque no sabe qué diferencia hay entre patriotismo y cipayería”.
Estamos en la misma situación que en la década infame antes que se produjera la revolución social y económica del peronismo en el 46.
Las grandes masas se encuentran sin voz. Y nadie ha sido capaz de expresarlas.
Los multimedios autodenominados “informativos” y “bastiones de la libertad de prensa”, han cuidadosamente ocultado que el primer puesto de la votación del 27-4 le corresponde por lejos a los que se abstuvieron -por indiferencia, por no querer, por no poder- con la cantidad de más de 5.700.000, lejos del segundo que fue Menem con 4.686.000 votos. Y si sumamos blanco+anulados+impugnados (el voto bronca) la cifra ronda los 6.500.000. De modo que si el voto espanto diluyó ese 51% de “indiferentes” o activos rechazantes de la farsa electoral, más de un 25% sigue en esa tesitura. Sin contar los totalmente marginados y excluidos que ni siquiera figuran en el padrón.
Generalizando, la oposición “real” al sistema -que concurrió a comicios- apenas suma medio millón de votos. No alcanza a ser “masa crítica”. Esa es la cuestión.
De allí estimamos entonces, el fracaso en el discurso de quienes aspiraban a ser la voz de los pobres y los explotados argentinos. El camino no está en contabilizar cuántas breves entrevistas ciertos medios se dignaron conceder. Ni en perseverar por aumentarlas. Tampoco hablar más contra “los políticos”, que de eso se ha encargado la cipayería. Hay que decir en cambio que hay que hacer verdadera política nacional y liberadora y que los políticos profesionales hacen politiquería, que es muy otra cosa. Y dentro de la demagogia politiquera se encuentra el ataque a “los políticos”.
Si cada uno de cien mil “duros” (estuviera esclarecido y no pretendiera ser “la supervanguardia del purismo abstracto”) pudiera hablar y convencer a 10... ese es el rumbo. Pero para ello hay que hacer un análisis profundo de la porción más pequeña en que se divide el llamado “padrón ciudadano”. Que los buenos edificios comienzan por tener sólidos basamentos. La difusión mediática es lo contrario de lo sólido.
Se verá cuál es la porción más pequeña que mejor anduvo. Y la peor. Y se analizará por qué. Se comprobará muy especialmente la división por género. (por ejemplo, tenemos la intuición que la mayoría de votantes del fascista Murphy el López son mujeres). Sin esto no hay política en serio. Deberá repartirse el discurso. Alguien deberá hablar de la situación mundial -porque esto es ineludible y Cuba es una divisoria de aguas- y alguien de los problemas que corresponden a lo municipal de cada lugar (barrio o pueblo).
El camino es largo, pero esa -creemos- es la forma de comenzar a recorrerlo.
MA - 2 de Mayo de 2003